John-Mayer

Algunas cirugías después y superados los diagnósticos funestos en torno a problemas crónicos de garganta que hicieron temer por su voz y en consecuencia por su carrera profesional, John Mayer regresa al disco con Paradise Valley. Esta semana, como adelanto, Sony Music difundió el primer sencillo “Paper Doll”, un homenaje a las muñecas de papel que las niñas pueden transformar a su antojo y que en la canción con destino de hit funcionan como metáfora de un hombre enamorado de muchas a la vez.

El nuevo disco está en preparación y Mayer, nacido en 1977 en Connecticut, trabaja sin descanso junto a su colaborador de toda la vida, el productor Don Was, conocido por sus trabajos con Rolling Stones, B.B. King y Bonnie Raitt, entre otros. Se trata de un regreso esperado de un cantautor sin dudas talentoso, pero que en los últimos tiempos ha sido más noticia por sus romances con muchachas famosas como la cantante Katy Perry, la última de sus conquistas y quien ha declarado a la revista Vogue estar profundamente enamorada del músico. El 6 de julio Mayer inicia un tour que pasará por 40 ciudades de los Estados Unidos, tras lo cual viajará a Europa para ofrecer ocho conciertos en el Viejo Continente y recalar en septiembre, por primera vez, en Sudamérica, con shows en Buenos Aires, San Pablo y el Festival Rock In Río.

El artista ha usado sus tres años de inactividad no sólo para componer canciones y esperar con paciencia resolver sus problemas de salud. También ha pensado mucho en torno a su papel en la música y en la vida. De paso cocinar comida saludable y convertirse, como ha declarado a la revista Rolling Stone en enero de este año, “en el rey del arroz con pollo”. “Me acomodé como persona para aprender a verme no sólo como músico, una circunstancia que muchas veces justifica las extrañas relaciones interpersonales”, dijo, jactándose por otra parte de contar con amigos de verdad que nunca han ido a ninguno de sus shows. Así que podríamos decir que este modelo Mayer 2013 corresponde a un hombre más maduro y reflexivo, vuelto al centro de su arte y no tan atento a las reuniones sociales y de la gente del espectáculo con la que a menudo ha sido fotografiado. Se asoció hace dos años con NCIRE, una ONg especializada en el tratamiento del estrés post traumático en los veteranos de guerra, para crear programas que ayuden a los ex soldados a regresar a su vida civil de forma saludable y productiva. Este es un tema por el que también se interesó mucho el recientemente fallecido actor James Gandolfini (1961-2013), quien en 2010 produjo la película Wartorn: 1861-2010 (Destrozados por las guerras) para la cadena HBO, sobre los trastornos de estrés postraumático desde la Guerra Civil hasta las guerras en Irak y Afganistán.

Además, condujo una serie de entrevistas profundas a soldados estadounidenses heridos en la Guerra en Irak, para una película en HBO en 2007, Alive Day Memories: Home From Iraq.

Muy sensible también a esta problemática, John Mayer aprovechará su tour por Estados Unidos para recaudar fondos y así crear mayor conciencia sobre los efectos del estrés post-traumático en los veteranos militares. Por cada boleto vendido, se donará un dólar al Northern California Institute for Research and Education.

JOHN MAYER, UN ARTISTA DE GRAN PREDICAMENTO

Más allá de sus romances de verano, de tener fama de galán rompecorazones y contar entre sus conquistas a estrellas de la talla de Jennifer Aniston y Taylor Swift, quien le compuso la canción irónica “Dear John” que al cantautor no gustó nada, Mayer es un artista completo y de gran predicamento entre los aficionados a la música country y a las canciones tristes y melancólicas que son su sello de fábrica. De la princesa del country dijo John que era “una compositora barata” y le devolvió la cortesía con el tema “Shadows days”, donde habla de su ruptura.

Sus álbumes Room for Squares, Heavier Things, Continuum, Battle Studies y el elogiado Born and Raised (su disco menos popular y más country) han vendido más de 20 millones de copias a nivel mundial. Mayer ha sido galardonado con siete Premios Grammy y 11 postulaciones, al tiempo que la revista Time lo incluyó dentro de su lista anual de los 100 pensadores, líderes y artistas más influyentes y ha aparecido dos veces en la portada de la edición anual “Guitar”, de la Rolling Stone. Hoy, con la voz cambiada y con el fantasma de un nuevo granuloma acechando en su garganta, se aboca con ahínco a una dieta libre de whisky sour y a un modo de vida que incluya muchas horas de sueño y buen descanso.

No persigue ya los hits con obsesión y acepta que “tener pelo gris en las sienes” lo ha motivado a querer envejecer con su público. Son los días de John Mayer escuchando a Grateful Dead y Frank Ocean sin parar, en la búsqueda de un sonido armónico que produzca el milagroso equilibrio entre expresión espiritual y artística. Su nuevo disco, Paradise Valley, saldrá a la venta el próximo 13 de agosto.

Fuente:sinembargo.mx