enlace-judio-utilizan-tecnologia

Si tras un cristalazo en su automóvil le robaron la computadora que cuidadosamente escondió en una chamarra debajo del asiento, creyendo que nadie la hallaría, no se trata de un acto de magia en el que el ladrón adivinó dónde estaba.

Ahora, los delincuentes usan escáneres -incluso de elaboración casera- para detectar aparatos electrónicos con baterías de litio.

Expertos en seguridad y empleados de aseguradoras de automóviles advierten del crecimiento de esta práctica en zonas comerciales como Satélite o Interlomas, debido a la adquisición de aparatos que permiten a los delincuentes conocer en qué auto y en qué parte de éste se ubica algún gadget que puedan llevarse sin tener que robar todo el vehículo.

Se trata de escáneres de litio que detectan aquellos aparatos como MP3, laptops, tabletas electrónicas o celulares que contienen baterías a base de ese material y, que aún escondidas en compartimentos como guantera o maletas, son detectadas y sustraídas en los cristalazos.

“Esta modalidad tiene ya un par de años muy de moda, muy común entre los raterillos, lo que hacen es detectar la frecuencia que emite este líquido que está contenido en las baterías y saben en dónde las escondieron, rompen el vidrio y se las llevan, hay aparatos que venden más caros que algunas autopartes”, explicó José de Jesús Rivera, quien trabaja en una empresa privada programando alarmas contra robos.

En tanto, Jaime Sánchez, quien labora en la aseguradora de autos Mapfre, refirió que el escáner facilita el encontrar este tipo de aparatos, pues las baterías que contienen acumulan más carga por unidad de peso y volumen, por lo que los aparatos son más delgados, pero la frecuencia que emiten es mayor.

“El modus operandi es por lo general que uno o dos ladrones recorren una calle en la que hay muchos autos estacionados, traen el escáner -que es pequeño- en la mano y lo pasan a un lado de los autos, cuando llegan a uno que tiene una computadora o una tableta toman una piedra, rompen el vidrio y lo sacan, no les toma más de 10 minutos”, dijo.

En Satélite, por ejemplo, existe una cifra negra proporcionada por los mismos vecinos, en la que reportan un incremento en los últimos 6 meses de 2 o 3 cristalazos cada quincena en el último semestre del 2012, mientras que ahora registran hasta 15 cada fin de semana.

En la zona de Interlomas, principalmente cerca de los centros comerciales y los alrededores de la Universidad Anáhuac, también ha incrementado el fenómeno en una cifra negra que va de 8 a 10 cristalazos a la semana, mientras que a finales del 2012 se tenía un reporte de 3 semanales.

A Marco Díaz, quien vive en La Florida, en Naucalpan, le ocurrió hace un par de meses que dejó una tableta electrónica y una laptop en la parte trasera de su auto, bajó a plaza Satélite a comer y aunque sólo tardó una hora su auto ya tenía roto el cristal derecho de la parte de atrás.

Ante este fenómeno, los vecinos y afectados reconocen que no acuden a denunciar a menos que sea un aparato que no sea de su propiedad o que tenga seguro que les requiera el trámite; sin embargo, no reportan el cristalazo, sino el robo.

Al cuestionar sobre este fenómeno al Comisario de Seguridad Pública de Naucalpan, Elio Alvaro Feres Belmont, dijo que no se tiene una cifra de este fenómeno por la falta de denuncias al respecto, por lo que no puede diseñarse una estrategia para combatirlo si la ciudadanía no acude a levantar el acta correspondiente.

Fuente:reforma.com