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LEO ZUCKERMANN

Es increíble que en un Estado de derecho los primeros en violar la Constitución y una resolución del Poder Judicial sean los que hacen las leyes, es decir, los diputados federales. Ejemplos hay muchos. Uno de los más conspicuos es la responsabilidad que tienen los diputados de nombrar a los consejeros del Instituto Federal Electoral. Hace poco, en 2011, dejaron a esta organización incompleta porque los partidos no se ponían de acuerdo en quién nombrar. Por varios meses el IFE operó con un consejo mocho. En lugar de haber nueve consejeros, había seis, con el riesgo de empatar en decisiones importantes. Finalmente los partidos se pusieron de acuerdo. El problema es que uno de ellos renunció, Sergio García Ramírez, y, desde febrero de este año, el IFE está otra vez incompleto. Son ocho consejeros en lugar de nueve con el mismo riesgo de empate en decisiones fundamentales. Los diputados ni han nombrado al nuevo consejero como lo ordena la Constitución ni han acatado una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que les ordenó que lo hicieran de inmediato.

Ya quisiera ver que los ciudadanos pudiéramos violar la ley con la misma impunidad. Que, cuando el SAT nos ordenara pagar impuestos una fecha, pues no lo hiciéramos sin ninguna consecuencia. Que, contra la prohibición de la Constitución de que los privados perforen pozos petroleros, pues alguien lo hiciera y se quedara con el crudo que sacara. ¿Por qué no? Si los que elaboran las leyes son los primeros en violar la ley, por qué los ciudadanos no podemos pasárnosla por el Arco del Triunfo como ellos.

Por donde se vea, es una vergüenza que ya tuvo consecuencias. Resulta que el IFE, que en febrero iba a discutir las multas a los partidos por haberse volado los topes en el gasto de las campañas presidenciales de 2012, decidieron posponer la discusión para más tardar julio incluyendo, ahora, los gastos de las campañas de senadores y diputados federales. Este martes, el Consejo General del IFE debió haber debatido y votado este asunto de las multas de acuerdo a los plazos establecidos en la ley. Sin embargo, el PRD, PT, MC y Javier Corral (consejero del Poder Legislativo) solicitaron diferir la discusión una vez más. Los secundaron los consejeros Benito Nacif y Alfredo Figueroa. Luego se les unieron los consejeros Lorenzo Córdova y María Marván. Con cuatro votos de ocho se empató la votación y, por tanto, no se aprobó este tema en el orden del día posponiéndose una vez más el asunto.

Me llamó la atención la decisión de los cuatro consejeros de diferir la votación de las multas contra el calendario establecido. Para entender por qué lo hicieron, le hablé a Lorenzo Córdova, quien me dijo que, en su caso, decidió posponer el asunto por tres razones. Primero para prepararse mejor en una discusión muy compleja. El dictamen que presentó la Unidad de Fiscalización es de miles de hojas. Los consejeros requieren más tiempo para analizar este asunto que, cuando se trata de multas multimillonarias a los partidos, saca chispas.

En segundo lugar, de acuerdo a Córdova, está la anomalía de tener un Consejo incompleto. Se corría el peligro de un empate en la votación en el asunto de fondo, es decir, las multas. De darse esta situación, el dictamen de la Unidad de Fiscalización no podía volverse a discutir hasta que estuviera completo el IFE, tercera razón para postergar el voto. Córdova confía en que estos días se buscarán los consensos entre los consejeros actuales para evitar un empate.

Las razones de Córdova me convencieron. Sobre todo porque puede darse un escenario terrible para la aplicación de multas a los partidos. Digamos que el Consejo empata en las multas y el asunto se difiere hasta octubre cuando saldrán del IFE tres consejeros más. La Cámara de Diputados tendrá que elegir a cuatro (el que falta más los tres que salen). Sin la decisión ya tomada de las multas, los diputados podrán enviar al IFE consejeros con la consigna de no multarlos. Así de sencillo y así de perverso. De esta forma se generaría otro acto más de impunidad: no se castigaría a los partidos que se volaron los topes de las campañas en 2012.

En este sentido, hicieron bien los cuatro consejeros en aplazar la decisión. Lo que sigue es que pronto la tomen, evitando un empate y castigando las trampas. O que la Cámara de Diputados nombre al consejero faltante. Pero eso sería pedirle peras al olmo porque ya sabemos que a nuestros insignes legisladores les encanta violar la ley.

Twitter: @leozuckermann

Fuente:excelsior.com.mx