ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México/Después de nuestra visita del 23 de Mayo al Centro de Documentación e Investigación de la Comunidad Ashkenazi, sentimos que había mucho más por descubrir, así que decidimos visitarla por segunda vez.

Enrique Chmelnik, Director del Centro de Documentación, nos llevó en un recorrido por la biblioteca en la sección de libros en Idish, donde la mayoría son de literatura clásica, y nos comentó que gran parte de los volúmenes que se encuentran aquí los trajeron inmigrantes, sobre todo en la primera mitad del siglo XX.

“Las personas llegaron en condiciones paupérrimas y a pesar de la persecución de la que eran objeto, agarraban sus libros en lugar de otras pertenecías de primera necesidad, que podrían en muchos casos ser más importantes para su futuro”, señala.

Entre esta colección se encuentran obras como: El Fausto de Goehte, La Montaña Mágica de Thomas Mann, Sin Novedad en el Frente de Erich Maria Remarque, una colección de Julio Verne, Allan Bloom, Flaubert, Emile Sola, La Dama de las Camelias de Alejandro Dumas, libros de Anatole France, Tolstoi, Dostoievski, Oscar Wild, Charles Dickens y muchos más.

Por su parte, Joanna Rabinovich nos platicó del Fondo reservado. “Son libros de ediciones raras, hay algunos a partir del siglo XVI, principalmente religiosos. Aun cuando Joanna y Matty Sommer hablan bien el idish y el hebreo, no pudieron hacer la clasificación y recurrieron a la ayuda de un experto alemán que les enseñó las riquezas que se tenían en el Centro de Documentación. Muchos de éstos libros fueron decomisados por los nazis. Al terminar la guerra, los aliados los encontraron, los mandaron a un pueblo llamado Offenbach, de ahí fueron enviados a los Estados Unidos y después llegaron a México, incluso todos éstos tienen el sello nazi. En los libros que llegaron después de la guerra se puede encontrar el nombre de la familia, fecha en que se casaron, nacimiento de los hijos, etc. Eran como un registro civil. Todos éstos libros tienen que conservarse en un lugar oscuro”, explica.

David Plascencia, Coordinador Técnico, nos enseñó el fondo gráfico que está integrado por diversos soportes, como son las fotografías, donde podemos encontrar archivos de fotografía del Comité Central, la Comunidad Ashkenazi, la Cámara de Comercio Israelita y algunas fotos del Centro Deportivo israelita. Algunas llaman especialmente la atención como las de los judíos de provincia como Temixco o Morelos, imágenes de pasaportes, fotografías de la vida en Europa y en México.

Están también los carteles que hablan de diversos tipos de campañas, tanto de apoyo a las comunidades judías y otras antisemitas. Entre los que firman éstos carteles en México en apoyo están Vicente Lombardo Toledano e Isidoro Favela. Hay un cartel de 1942, que habla de la cantidad de judíos asesinados por los nazis en Europa y sus números no están nada lejos de la realidad que estaba pasando, o sea que se sabía muy bien en México esa cruel realidad.

Matty Sommer, directora del Fondo México, nos dijo:

“Esta biblioteca es una forma muy importante de preservar la cultura askenazi, como dijo Ray Bradbury: “Para aniquilar a un pueblo, no se necesitan quemar sus libros, con que el pueblo deje de leerlos, se aniquila”.

Hay también una frase que dice: “La piedra que fue desechada por algunos, se convierte en piedra angular para otros”.

Esto es lo que ha sucedido con gran cantidad de los libros que tenemos en la biblioteca, aquellos que las escuelas y hogares judíos nos han regalado porque ya no los quieren o ya no les sirven, para nosotros son tesoros”, acotó.

Patronato del CDICA

Actualmente el Lic. Rubén Golberg se desempeña como Presidente del Patronato del CDICA y explica el motivo por el cual existe un patronato: “Aproximadamente hace 4 años el CDICA, recibió la distinción extraordinaria por parte de la UNESCO cómo “MEMORIA DEL MUNDO”, esto fue un proceso en etapas, primero fue reconocido como “MEMORIA DE MÉXICO” y posteriormente como “MEMORIA DE AMÉRICA LATINA”. Esto es una gran distinción que no solo se le da al centro, sino a toda nuestra comunidad”, explica.

“El patronato está conformado por miembros de nuestra comunidad, que nos apoyan para ver los objetivos y estrategias, pero sobre todo el cauce y dirección del mismo, esto ha culminado en trabajos de excelencia. Cómo el que hubo el año pasado en el Museo de Antropología “100 Años de Vida Institucional Judía en México”.

“Básicamente la documentación que tenemos es de la Comunidad Ashkenazi, pero Alice con su equipo, ya ayudo a la Comunidad Monte Sinaí a estructurar y realizar sus propios archivos. Lo ideal es que tengamos dentro del Centro de Documentación los archivos de todas las comunidades y los diferentes comités y grupos para que seamos una sola comunidad. Nuestro primer reto es el espacio, tenemos la ventaja de recibir de muchas familias, libros y documentos, pero el espacio ya es muy estrecho, por lo que estamos viendo varias alternativas para que se conserve en muy buen estado todo el material que tenemos, otro punto muy importante es el clima para la conservación del mismo”.

Se han impreso libros, acerca de nuestra comunidad y miembros muy importantes de la misma con base en una investigación profunda y están a la venta, esto es una forma de recabar fondos.

Actualmente el CDICA pertenece a la Asociación de Archivos de la Nación y tiene la presidencia del mismo, lo cual es un gran mérito, no solo dentro de nuestra comunidad, sino que el medio exterior nos reconoce. Somos parte de la historia de nuestro país, hemos sido distinguidos por otros Archivos, como un Centro de Estudios e Investigación en México”, señaló.

Comité Académico del CDICA

Silvia Hamui,Presidenta del Comité Académico del CDICA explicó a Enlace Judío que dicho Comité está integrado por académicos de renombre con toda una trayectoria como Mauricio Pilatowsky, Malke Corenstein, Dra. Daniela Gleizer, Raquel Toremberg, Miguel Jusidman, Diana Kuba, Estela Stern, Emy Bross, Matty Finkelman y Enrique Chmelnik.

“Cuando cae en nuestras manos un nuevo testimonio, vemos de qué manera proyectarlo y sacarle jugo. Una actividad importante es el Premio Rabino Goldberg, es un trabajo muy largo y difícil el seleccionar los trabajos que nos presentan, todos ellos deben de ser con temática judía, explica .

El año pasado tuvimos la organización del congreso de los “100 Años de Vida Institucional Judía en México” fue un gran logro, porque generalmente los judíos hablamos de los judíos, pero en esta ocasión queríamos que personalidades no judías hablaran de los judíos. Tuvimos a grandes personajes y se generaron polémicas interesantes”.

El proyecto que tenemos en la mira es que el CDICA sea intercomunitario y podamos atraer a todas las comunidades a integrar su información a un solo archivo. De esta forma, toda persona que esté interesada en investigar sobre la vida judía en México, así como en el mundo, tenga un solo lugar al que recurrir para lograr una información completa, puntualizó.