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AMIR MIZROCH

Sobre la vida de Israel y su “vecindad”

Nunca me he sentido más un extraño que ahora mismo. No sólo entre mi propia gente – que parece estar jugando a “vivir y dejar vivir” como si fueran los amos absolutos de su destino-, sino entre mis vecinos árabes. ¿Soy el único que recapacita acerca de lo que está pasando ahí fuera, a nuestro lado, en lugar de disfrutar de la tranquilidad que se respira aquí?

Siempre ha sido un sueño para mí, y para muchos otros que como yo, viven aquí. Y por aquí me refiero al Oriente Medio. Pero comer hummus en Damasco, no deja de ser una vieja quimera. Y además, eso no va a suceder a corto plazo.

¡Qué diferente es la vida aquí, en Israel, de la vida de nuestros vecinos del barrio!

Egipto ha tenido 2 revoluciones en 2 años, y son muy propensos a ir por una 3 en 3. En medio de esas revoluciones, incluso podría haber una guerra civil. Ya está empezando en el Sinaí.

Pero para hablar de guerras civiles, ahí está Siria, en llamas. Fuego desde el infierno. Y Líbano, que está a punto de inflamarse. Ya hay millones de refugiados sirios en Jordania, Líbano y Turquía. Jordania vigila mirando por la mira del cañón, Libia no está unida desde el triunfo de la revolución e Irak está constantemente cayéndose en pedazos. Mientras, en el Sinaí la efervescencia islamista radical está a punto de hacer saltar la tapa de la olla. ¿Está también Turquía al borde de una revolución? Ni siquiera se les ocurra hablarme de los palestinos…

¿Y nosotros? Estamos sentados en nuestros porches soleados tomando café con hielo.

Sí, ese tipo de hielo picado, grueso y de categoría. Los clubes de campo están llenos de gente, las piscinas están llenas de niños y de su pis, y los bares y discotecas están llenas de jóvenes y de sus hormonas. Y Alicia Keys está en la ciudad.

La vida y el amor siguen adelante.

Pero en todo lo que nos rodea, y me refiero a todo los países vecinos que nos rodean, la gente está luchando, levantándose, radicalizándose, democratizándose, desdemocratizándose…

¿Cuánto les durará este ajetreo? ¿Unos meses más? ¿Unos años más? ¿Décadas? ¿Somos realmente tan diferentes de ellos? ¿Procedemos de una especie tan diferente a la suya que explique que no pasemos por lo que ellos pasan? ¿Cómo es eso posible? ¿Alguna vez vamos a poder encajar? ¿Pero viendo lo que estamos viendo, tenemos que seguir deseando encajar?

¿Y cuánto tiempo toda la energía destructiva que se despliega alrededor nuestro eludirá a nuestra pequeña burbuja ? ¿Algo de lo que les ocurre terminará llegando hasta nosotros? ¿Cuándo? ¿Cómo? Tal vez no lo haga. Aunque tal vez seamos tan tontos como para pensar que no nos afectará. Tal vez nuestro soldados y nuestra diplomacia “secreta” nos mantenga a salvo.

O tal vez no lo haga.

Mientras tanto, más café con hielo.

Fuente:Comunidad Beit Emunáh de Asturias