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Una investigación narra los percances que tuvo el semanario Nueva Presencia, el medio que fue condenado al ostracismo en la época de plomo.

Desentrañar la actuación que tuvo parte de la comunidad judía durante el último gobierno militar, implica adentrarse en un mundo en donde también desde el periodismo se pudo hacer frente al régimen que intentaba sofocar todo tipo de voz disidente y que reflejara la otra cara verdadera de los hechos que enlutaron luego al país.

El periodista Hernán Dobry, profesor de la Universidad de Palermo de Buenos Aires y autor de libro Los Judíos y la Dictadura (Ed. Vergara), relató en diálogo con Nuevo Diario los pormenores de su investigación que narra la historia del periódico Nueva Presencia, considerado como el medio gráfico de la comunidad judía que más combatió la atrocidades del último régimen militar.

El semanario de Buenos Aires llegó a tirar 20 mil ejemplares por semana y se vendió a la vista, en todos los kioscos de revistas, junto con el resto de los grandes diarios del país.

– ND: ¿Cómo nació la idea de contar el trabajo de este medio gráfico?
– HD: El libro se centra en contar la actividad del periódico Nueva Presencia, como un medio olvidado por todos los libros que hablan tanto de la prensa en época de la dictadura, como de la historia de los medios gráficos argentinos, incluso en los mismos libros de la comunidad judía también fue llamativamente olvidado. Me pareció un deber moral rescatar esta historia y completar esa otra parte olvidada que refiere a la prensa argentina durante la dictadura militar.
– ND: ¿Su línea editorial fue combativa? ¿Cómo fue su posicionamiento, a pesar de las prohibiciones?
– HD: Sobrevivió toda la dictadura desde 1977 y cerró recién en la década del noventa. Su director Hernán Schiller estuvo a cargo durante 10 años, hasta el 87, es decir que sobrevivió durante la dictadura, hasta que lentamente se fue compenetrando en lo que fue la lucha por los derechos humanos. Hacia el final del régimen, Schiller terminó juntándose con el rabino Marshall Meyer y conformaron el movimiento judío por los derechos humanos, que tantos problemas les trajo luego a ambos.

– ND: ¿Nueva Presencia demandó la violación de los DD.HH. de la comunidad?
– HD: Sí, totalmente, lo que terminó pasando es que se juntaron dos polos de la comunidad judía con un rabino que asistía a los presos políticos y peleaba por los desaparecidos y, por otro lado, un periodista que saca un medio para la comunidad para denunciar en la prensa las cosas que pasaban en el país. Ellos se combinaban porque no tenían a nadie en quien apoyarse.

Como si fuera poco, sufrió ataques de atentado de bombas en el año 81 y su director estaba siempre amenazado, pero no se concretó nada. Tenía presiones de la comunidad, que le pedía bajar el tono de sus denuncias, pero el director siguió adelante hasta que terminó el golpe de Estado.

– ND: ¿Qué pasó con los judíos en esa época?
– HD: El porcentaje de judíos desaparecidos en la época fue muy superior a las proporciones que mantiene la comunidad dentro de la población general del país. La comunidad judía representaba en eses entonces no más del 1% de la población total del país, con cálculos de un 300.000 judíos, contra unos 30 millones de habitantes. Por otro lado, se estima que fueron 792 los judíos desaparecidos durante la dictadura.

– ND: ¿Hubo reconocimientos posteriores a la publicación?
– HD: Si bien Nueva Presencia era un semanario de izquierda en su 80%, eso no quita la valentía que tuvo. Por eso sostengo que no se puede ocultar la historia, por más que se incomode su signo político.

Dobry rescata que hubo omisiones históricas por los propios periodistas e historiadores que han estudiado el accionar de la prensa argentina durante la última dictadura militar y que jamás lo citaron como un ejemplo de lucha contra los militares, pese a conocer de cerca lo que había realizado. Por ello es que decidió impulsar una publicación que hoy se encuentra en las librerías.

Fuente:nuevodiarioweb.com.ar