SILVIA OTERO

Unknown-1Una red de tráfico internacional de personas que opera desde 2009 entre México y Siria ha sido detectada por las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), que estima que en los últimos cuatro años alrededor de 150 personas han ingresado a territorio nacional argumentando motivos de negocios o turismo, para después cruzar ilegalmente a Estados Unidos.

Entre 15 mil y 20 mil dólares pagan estos sirios para realizar el trayecto hacia el “sueño americano”, revela un informe del INM. El último caso se detectó el 28 de abril pasado, cuando los cuatro integrantes de la familia Akkari arribaron a la ciudad de México, procedentes de Sao Paulo, Brasil, y aseguraron que eran turistas invitados por un amigo, aunque al final terminaron por reconocer que pretendían ingresar a Estados Unidos, por lo que tendrán que salir del país.

La forma en que ingresó esta familia forma parte del modus operandi que ha detectado el INM en torno a esta red de traficantes, que también ha extendido sus actividades a países como India, para que ciudadanos de esa nación viajen a México con destino final a EU.

El documento indica que “se ha detectado que un gran número de sirios han utilizado esa misma forma de operación, argumentando su estancia en México por motivos de negocio o turismo, y luego entran ilegalmente a Estados Unidos a través de la frontera en San Isidro u otros puertos de tierra”; se estima que alrededor de 150 personas han logrado internarse al país del norte de esta forma desde 2009.

En el vuelo 15 de Aeroméxico el domingo pasado arribó a México la pareja Raoua Chahla y Zakhour Akkari, junto con sus hijos Mario y Botrus Akkari, quienes fueron enviados a una revisión secundaria por una alerta migratoria emitida por Estados Unidos, ya que en 2006 ese país les negó la entrada con visa de turista por no acreditar la documentación necesaria para ello.

De acuerdo con el reporte de migración, “se procedió a una revisión de los documentos migratorios y perfil de los adultos, ante la sospecha de que la familia siria utilizara México como punto para internarse de manera ilegal en los Estados Unidos”.

En la entrevista realizada en inglés con Raoua Chahla (quien habla a la perfección ese idioma, por lo que fungió como intérprete de su esposo que habla árabe), ella aseguró que “venían por invitación de un amigo del cual desconocía su nombre, dirección o teléfono, argumentando también que aprovecharía para ir a Cancún como turista”.

Al otorgarle su derecho de audiencia, la extranjera dijo: “Vengo a la ciudad de México por una semana, me invita el amigo de mi primo al cual no conozco y desconozco su nombre. Tal vez visite a la Virgen de Guadalupe, tal vez vayamos a Cancún, pero no tenemos el boleto de avión ni reservación de hotel en Cancún; no sabía que necesitábamos ese boleto de avión, no sé qué sitios podríamos visitar en ese lugar”.

La familia no pudo comprobar el motivo de su estancia en México, “detectándose innumerables inconsistencias”, por lo que se negó su ingreso al país, pero al ser notificados de que serían deportados horas después el personal del INM fue notificado por el Juzgado Quinto de Distrito sobre la obtención de un amparo de la familia para que no ser deportada a su país de origen, pero ayer los Akkari terminaron por aceptar que su destino final era EU.

Fuente: El Universal