ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO

Luis Perelman,miembro de Guimel, grupo de la Comunidad Judía Mexicana que busca darle un espacio a la gente gay, lesbiana, bisexual y transgénero; dicto en días pasados una conferencia en la que habló de la importancia de la aceptación. Primero de la persona misma, la familia, los amigos, la sociedad y los compañeros de trabajo.

En su alocución, comentó que de todas las formas que utiliza la sociedad al hablar de las personas con una diversidad sexual, se utilizan palabras disonantes, cómo mariquita, joto y muchas más.

“Todas estas expresiones son disonantes, son expresadas para insultar o hablar mal de una persona en especial”, señaló.

“La organización Mundial de la salud (OMS) dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad en 1990. La realidad es que culturalmente no son aceptadas y esto causa en la persona problemas muy serios que lo pueden llevar al suicidio”, agregó Perelman.

“La orientación sexual de una persona se define en la primaria, en ésta época es cuando el niño determina qué le gusta, con qué y con quién quiere jugar. Entre los 12 a 13 años es cuando ya está muy bien definido qué quiere ser desde el punto de vista sexual”, dijo.

¿Qué podemos hacer como sociedad?

Se hizo un estudio en los Estados Unidos del impacto de la familia cuando acepta o rechaza a la persona con diversidad sexual. Se realizó con 103 personas; 53 de ellas aceptadas y 53 rechazadas por la familia, principalmente.

Cuando hay alto rechazo familiar esto va asociado con 8 veces más de intento de suicidio, 6 veces más de índices siquiátricos, posibilidad de 3 ½ más frecuencia en el consumo de alcohol y drogas, así como falta de protección durante la actividad sexual, con alto riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual.

Comportamientos a evitar

“Alto rechazo, abofetearlo o maltratarlo, ponerle apodos a los hijos (joto, marica), decirles “es la peor noticia que me podías haber dado”, “te prefiero muerto que homosexual”, excluirlo de las actividades familiares o culparlo, en caso de que sea agredido en la escuela. Esto se considera como un comportamiento altamente rechazante y con más riesgo de suicidio”.

“Las intervenciones, por medio de profesionales, son importantes, y llevarán a cambios de actitud, cómo disminución en el riesgo de suicido, disminución en el riesgo del consumo de drogas y alcohol. Por el rechazo no son personas felices y a los 30 años ya se ven como personas acabadas”, informó Perelman.

“Las conductas que ayudan son por ejemplo, decirles a los hijos que los quieren, explicarle que es algo que no entienden bien, tomarse un tiempo para aceptar la situación y decírselo al hijo, apoyarlo y estar presente, defenderlo y exigir a la familia y la sociedad que los respete, acompañarlos; que la casa sea más segura que la calle”, aseguró el miembro de Guimel.

“En el aspecto religioso, en la comunidad mormona ya es aceptada la diversidad sexual. Actualmente ya se está tratando el tema en la Comunidad Judío Ortodoxa. La Comunidad Judía Reformista ha aceptado a las personas con diversidad sexual desde hace años, es una Comunidad incluyente”, acotó.

“Realmente es un tema difícil de tratar, sobre todo teniendo en cuenta que culturalmente siempre hemos oído que la diversidad sexual es aprendida y aun con los estudios científicos que hay a la fecha, existe una gran cantidad de personas que siguen con la idea anterior”, recalcó.

Finalmente agregó, “lo que necesitamos es cambiar nuestra forma de pensar, educarnos en la realidad y no en lo que comentan en general las personas”.