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¡Guerra santa!, esta vez contra el cuernito
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El cuerno del diablo es ahora el cuernito
Esta vez, no es Estados Unidos, Israel, ni los hombres bomba, el problema ahora es el cuernito o mejor dicho croissant. Sucede que, según el Time, CNN, Washington Post y Huffington Post, en Aleppo se instituyó una prohibición islámica de carácter religiosa sobre el hecho de comer este delicioso pan.
Lo interesante de todo esto, es que esta prohibición tiene que ver con el carácter simbólico colonial que tiene este bollo en Francia y su relación con la derrota del imperio otomano. Fue publicada principalmente en las redes sociales; e incluso más adelante, las copias de dicha fatwa se publicaron en sitios de redes sociales con el sello oficial del jeque Abu Muhammad, miembro de la autoridad.
Huffington Post, fue el único medio que se tomó la molestia de investigar de donde provenía esta fatwa. Ellos, al buscar en Twitter, encontraron una copia de la supuesta fatwa publicada por un tal Thabet_UAE; ni por la página real de la comisión religiosa de Aleppo, ni por alguna de las muchas redes de comunicación de la oposición siria, etc. El caso es que al ser cuestionado este estatuto, la línea de investigación fue casualmente eliminada.
Lo bueno de todo esto es que no hay nada que el zatar no pueda arreglar; pues ante la prohibición, nunca falta la creatividad de crear su propio cachito de cielo; es por eso que para sustituir el delicioso croissant, los sirios inventaron un nuevo croissant con ingredientes árabes, tales como el zaatar, las aceitunas y el queso Kashkaval.
Y la moraleja de todo esto es: Fatwa o no fatwa, el zaatar es el zaatar.
