© Enlace Judío México- Este próximo lunes 9 de septiembre, en el marco del afamado Festival Fílmico de Toronto (TFF), se proyectará la película de la directora mexicana Dana Rotberg, radicada en Nueva Zelanda. Este filme ha roto los records de taquilla en las principales ciudades neozelandesas, por que lo fue invitado a participar en importantes festivales cinematográficos del mundo, siendo el primero el de Toronto.

La trayectoria de Dana es larga y ampliamente reconocida, dado que sus creaciones han participado ya en los certámenes fílmicos de Cannes, Tokio y otros. Esta película, cuya temática aborda la identidad de maorís y blancos en la sociedad neozelandesa, le ha valido a Rotberg el reconocimiento de Inmigrante Distinguida, que otorga el gobierno de aquél país.

Directora, profesora de música, fotógrafa y guionista, Rotberg es hija de nuestra amiga y colaboradora Shulamit Golsmith. Nació en la Ciudad de México, el 11 de agosto de 1960. Realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Hebreo Tarbut. Cursó la licenciatura en Estudios Latinoamericanos —hasta el 4o. semestre—, en la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), además de estudios especiales: Ballet clásico en la Royal Academy of London, México (1966-1972), Talleres de cerámica y telar en la Escuela de Diseño y Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), y flauta transversal en el Conservatorio Nacional de Música (1977-1980).

Tras abandonar su carrera universitaria, se incorporó al Departamento de Investigación de la Cineteca Nacional. En 1982 ingresó al Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). Tres años más tarde, codirigió con Ana Diez Díaz, el documental Elvira Luz Cruz, pena máxima, que fue exhibido ese mismo año en la Reunión de la Mujer, organizada por la Organización de las Naciones Unidas en Nairobi, Kenya, y en el Festival de la Habana. Esta cinta se hizo acreedora al Ariel y la Diosa de Plata al Mejor Cortometraje Documental, además del premio Bochica de Oro en el Festival de Cartagena, Colombia.

Basada en una novela de Witi Ihimaera (Whale Rider), del último de ellos es una historia compleja y fascinante de las costumbres sociales, choque de culturas, y la potencia femenina pura de la directora Dana Rotberg. Situado en el comienzo del siglo XX, en un pequeño pueblo de Nueva Zelanda, la historia se centra en la poco probable – algunos podrían decir impía – alianza de tres mujeres. A primera vista, lo único que tienen en común es su género. Paraiti (Whirimako Negro) es una curandera maorí, que, a pesar de las leyes punitivas que le impiden practicar, se ve la sanadora del último recurso, incluso para mujeres Pākehā (blancas). Un día, otra mujer maorí, Maraea (Rachel House), le ruega atender a su empleadora, Rebecca (​​Antonia Prebble), la esposa, cáustica y malcriada de un acaudalado hombre de negocios local. Resulta que Rebecca está embarazada – pero, dado el largo viaje de negocios en el extranjero de su marido, es evidente que el niño no es suyo. Rebecca insiste en que Paraiti termine el embarazo.

Después de algunas reservas, Paraiti está de acuerdo, con la advertencia de que le llevará unos días. Su tarea profundamente difícil se hace más dura debido a la supervisión intrusiva y constante de Maraea.

Rotberg hace un excelente trabajo al contrastar la comunidad maorí rural, que abraza y celebra lo femenino, con los límites sociales estériles de la cultura blanca de Nueva Zelanda de la época. Es, sin embargo, la historia de estas tres mujeres poderosas, cada una encerrada en una jaula de estrechez social que no puede controlar, que perdura en el corazón del espectador.

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