ENLACE JUDÍO

Debido a la polémica causada por nuestro artículo sobre conversiones, el Rabino Abraham Palti nos pidió difundiéramos un mensaje a nuestros lectores.

El Rabino Abraham Palti es uno de los dos rabinos autorizados para realizar conversiones ortodoxas en México. Nos comenta cómo es el proceso de las conversiones en la Comunidad Sefaradí en México y aclara “Las conversiones las hago yo personalmente (…) No tengo representante”… ni en la República Mexicana ni en Estados Unidos”.

El rabino nos platicó en entrevista exclusiva que las conversiones que son realizadas en la Comunidad Sefaradí con un proceso cuidadoso que dura dos años. Durante el proceso, el rabino Palti revisa y da seguimiento a cada uno de los procesos de conversión.

AP: Las conversiones las hago yo personalmente, tengo yo mi equipo de rabinos; son tres rabinos que están a la hora de la conversión y aparte un rabino especial que todas las semanas, los domingos, se sienta con un grupo de esos que quieren convertirse con la intención de migrar a Israel; pero para ser judíos completamente deben de tener un medio ambiente, aquí no lo tenemos –ese medio ambiente- y se van a Israel. Con quienes yo tuve contacto de los que se fueron y regresaron o vinieron por un corto tiempo para recoger algo que dejaron, me comentan que están muy contentos y felices”.

“Los documentos firmados por mí son muy bien recibidos en Israel. Hay gente que no tienen esta capacidad y, por ganar unos centavos, inventan cosas como que son aptos para convertir a la gente… (pero no pueden hacerlo) bajo ningún concepto. (Las conversiones) que hago yo las hago personalmente. Fuera de México, fuera de la Comunidad Sefaradí yo no nombré a nadie para dedicarse (a las conversiones).

EJ: ¿Usted cree en el proselitismo dentro de la Comunidad para atraer creyentes?

AP: No. Principalmente es de aquellos que vienen, que se dirigen aquí y quieren abrazar el judaísmo; creen en el judaísmo por equis razón, porque leen la biblia, porque se van a Israel […] eso los atrae y estudian el judaísmo y se convierten en judíos practicantes que no es nada fácil, es difícil. Pero desde un principio yo les digo: No tienen ustedes porqué convertirse, ustedes nacieron no judíos, sigan el camino. Ellos insisten después de un tiempo. El programa que tenemos dura dos años; a veces se van a Estados Unidos y en 15 días ya llegan con un diploma: eso no lo acepto, eso no es conversión… La verdad las señoras, principalmente, que vienen a aprender el judaísmo y se dedican con alma y corazón para cumplir con todos los requisitos que la Torá exige a un judío, pero proselitismo no hacemos, sino lo contrario. Llegan: los rechazamos. ¿Ya nacieron en otra religión? Sigan en otra religión y punto, pero después de tanto insistir los recibimos, los aceptamos y se les da la educación judía”.

EJ:¿Cómo consiguió usted la representación para realizar conversiones en México?

AP: “En Eretz Israel. Yo estudié años en Yerushalaim y por supuesto después de terminar mis estudios iba a regresar a Estambul, a mi país natal, y recibir el diploma de rabino para juzgar, para convertir, para enseñar y tengo diplomas de los rabinos grandes de Israel por ejemplo  Ovadia Yosef, de otros rabinos tengo dos diplomas de Shojet. Todo esto lo estudié y tengo el documento de los grandes rabinos autorizados y avalados (…) por rabinos muy importantes. Entonces esos rabinos que reciben un diploma parecido tienen la autoridad e Israel los reconoce”.

“Por ejemplo en Jerusalem, en la corte rabínica en Haifa, en Beer Sheva en todas esas grandes ciudades, cuando ven un documento del rabino Palti, ya sabemos que no hay nada ahí: no se hace por dinero, no se hace por lucro. Se trabaja simplemente para transmitir. Hubo aquí un caso en México, de un señor, un joven, (…) que abrió una casa, invitaba gente para convertirlos, les cobraba un dineral: una clase 600 pesos, esa gente no tiene, son gente que viene de la provincia, no sé si gana al día 100 pesos. Entonces ¿cómo se les puede pedir dinero? Y aparte no tiene él ninguna autoridad. Traía él rabinos de Nueva York para que hicieran la conversión y a ellos había que pagarles también. Por fin hablé yo con Comité Central y les pedí que esto no nos va a traer bien a nosotros, esa gente se va a quedar aquí y no van a tener ningún medio ambiente ¿qué Comunidad los va a recibir? Entonces no hay que hacerlo; la Torá nos dice claramente que no debemos hacer proselitismo. Nada más (recibir a) alguien que quiera convertirse”.

“Tuvimos grandes hombres en la historia judía que son hijos de conversos, un pequeño ejemplo, Rabi Akiva, quien, hace 2000 años, fue un sabio eminente del pueblo judíos:era hijo de converso. Pero claro, cuando ( la conversión) es de alma y de corazón, sí la aceptamos y debemos aceptarla”.