Enlace Judío México- Dentro del grupo de arqueólogos mexicanos existe sólo una mujer judía: Linda Lasky. En entrevista exclusiva para Enlace Judío nos comentó:

“Años atrás, la arqueología era una profesión más para hombres, ya que se requiere de mucha fuerza física e intelectual, pero con el tiempo más mujeres se fueron sumando a esta trayectoria”, explicó.

Desde muy pequeña, en una visita a Uxmal, le quedó una sensación muy fuerte de que su camino era la Arqueología. Esto se acentuó en su primera visita a Teotihuacán. Durante las vacaciones, asistía a los talleres del Museo de Antropología, fue otra de las motivaciones que la llevaron, durante su crecimiento, a no dejar de pensar en esta posibilidad.

Al llegar el momento de estudiar su carrera profesional, estudió odontología, pero nunca se sintió satisfecha con ella, así que posteriormente estudió arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia e hizo una maestría en la UNAM en estudios Mesoamericanos.

“Un arqueólogo per se es antropólogo. Una parte de la antropología es la arqueología, como la lingüística”, agrega.

“He trabajado en Copal, Honduras, bajo la supervisión de la Universidad de Harvard; en Teotihuacán, bajo la dirección de la arqueóloga Linda Manzanilla y en el Templo Mayor, bajo la dirección del maestro Eduardo Matos. Hice mi servicio social en Tonina, Chiapas y trabajé mucho tiempo en Huichapan, en el recorrido de superficie, con la supervisión del maestro Fernando López Aguirre”.

“Para este trabajo, como mujer, dejas todo. Ya con una hija, me tocó irme cuando estaba muy pequeña: en esa época no había celulares, así que acabando el trabajo del día iba a una caseta telefónica y le ayudaba a hacer su tarea; la hacíamos juntas”, comenta.

“Al estar excavando en Tonina, de repente encontré una puerta, llamé a mi profesor y nos metimos a una pirámide. Fue una sensación muy especial. Al salir cerramos la puerta y la dejamos como estaba. En la arqueología hay que dejar descubrimientos para el futuro, no sabemos cómo va a ser la tecnología en 50 años más, hay que dejar algo virgen para el futuro”, añade.