אייל רון מייסטל בהשראת צילום טבעת נישואין יהודית של הרברט זוננפלד. בית התפוצות אוסף זוננפלד

Enlace Judío México | La inspiración para el diseño del vestido de boda de Mor Kfir – encaje entrelazado con bordados, hilos trenzados y tejidos de gasa de seda – fue la trágica novia poseída en el clásico en ídish de 1928 protagonizado por Hanna Rovina en el Teatro Nacional Habima de Israel.

Para Yael Geisler, la inspiración tomó la forma de la casa de su abuela, llena de manteles bordados a mano, toallas y ropa de cama. Ella preparaba un vestido de satén de seda y encaje de oro delicado, adornado con motivos orientales bordados a mano.

Estos dos vestidos son parte de una nueva exposición, “Aquí viene la novia: vestidos de boda bordados de la Historia del Pueblo Judío”, en Beit Hatfutsot, el Museo del Pueblo Judío, que estará hasta finales de febrero de 2014. Desde Tel Aviv, la exposición hará una primera parada en Austria.

“Aquí viene la novia ” resulta de una colaboración única entre Beit Hatfutsot y estudiantes de diseño de boda, del tercer año de Ronen Levin en Shenkar, Facultad de Ingeniería y Diseño.

Cada uno de los 14 alumnos recibieron un cuaderno de dibujo y el acceso a toda la colección del museo de los modelos de la sinagoga Judaica, contratos matrimoniales, instrumentos musicales, bordados, cofres y fotos de familiares, de acuerdo con Irit Admoni Perlman, director de la organización de Amigos del museo y de la innovadora de la colaboración.

“La mayoría de ellos comenzaron con una idea y terminaron con otra cosa”, relató Perlman. “Al final del día, todos hicieron algo relacionado a sus raíces”.

La exposición de 13 vestidos de novia, un vestido ceremonial y un traje de novio refleja estilos y tradiciones de las comunidades judías en Yemen, Irak, Turquía, España, Polonia, Alemania, Marruecos y Argelia. Se estrenó por primera vez en la Semana de la Moda de Tel Aviv en 2012.

En su cuaderno de bocetos, la diseñadora Adi Baskhi explicó que su creación copia los delicados grabados en madera y las cuerdas de plata de dos instrumentos tradicionales de Oriente Medio que formaron la banda sonora de su infancia en un hogar judío iraquí.

“El diseño de la sinagoga integra elementos de artes decorativas islámicas y de estilos de pintura cristianos, mezclados con arte judío tradicional y su caligrafía. En conjunto, estos elementos crean impresionantes temas visuales”. Su vestido de gasa blanca incorpora las hojas y flores de cobre forjado adornadas con tiras de cuero y perlas de luz, que recuerda a la estructura de la sinagoga.

Fuente:prensajudia.com