2013-11-10 Papa Francisco y Ricardo Di Segni

Enlace Judío México | Al recibir ayer a la delegación de la comunidad judía de Roma, el Papa Francisco saludó a estos “queridos amigos” con su típico deseo de paz, ¡Shalom! Y manifestó su alegría por este encuentro que le daba la posibilidad de profundizar y ampliar el primer encuentro que mantuvo con algunos de sus representantes el pasado 20 de marzo.

En su saludo, Riccardo di Segni, el rabino jefe de la Comunidad Judía de Roma, agradeció al Papa que les hubiera concedido este encuentro que han deseado “como signo de continuidad y de novedad”. Continuidad porque en esta ciudad, existe “una relación entre las dos comunidades de fe, excepcional por su antigüedad, de casi dos milenios, con dramáticos momentos de dificultad en la historia, pero con un valor simbólico en la relación judío-cristiana, que es como un laboratorio de intercambio”. “No podemos ignorar -dijo el rabino- esta larga historia local, pero de significado universal, para reflexionar sobre sus enseñanzas, corregir los errores, sanar las heridas, y construir”.

Tras saludar a todos con afecto, de modo particular al Rabino Jefe, a quien agradeció las palabras que le había dirigido previamente, el Santo Padre dijo:

“Como Obispo de Roma, siento especialmente cercana la vida de la Comunidad judía de la ciudad: sé que ella, con más de dos mil años de ininterrumpida presencia, puede preciarse de ser la más antigua de la Europa occidental.

Por tanto, desde hace muchos siglos, la Comunidad judía y la Iglesia de Roma conviven en nuestra ciudad, con una historia – lo sabemos bien – que con frecuencia ha sido atravesada por incomprensiones y también por auténticas injusticias. Pero es una historia que, con la ayuda de Dios, ha conocido desde hace muchos decenios ya el desarrollo de relaciones amigables y fraternas.”

El Papa Francisco recordó que ciertamente ha contribuido a este cambio de mentalidad, por parte católica, la reflexión del Concilio Vaticano II, si bien una aportación no menor ha venido de la vida y de la acción, de ambas partes, de hombres sabios y generosos, capaces de reconocer la llamada del Señor y de encaminarse con coraje por senderos nuevos de encuentro y de diálogo.

“Paradójicamente, la tragedia común de la guerra nos ha enseñado a caminar juntos. Recordaremos dentro de pocos días el 70° aniversario de la deportación de los judíos de Roma. Haremos memoria y rezaremos por tantas víctimas inocentes de la barbarie humana, por sus familias. También será la ocasión para mantener siempre vigilante nuestra atención a fin de que no recobren vida, bajo ningún pretexto, formas de intolerancia y de antisemitismo, en Roma y en el resto del mundo. Lo he dicho algunas veces y me agrada repetirlo ahora. Es una contradicción que un cristiano sea antisemita: sus raíces son hebreas. ¡Un cristiano no puede ser antisemita! ¡Que el antisemitismo sea desterrado del corazón y de la vida de todo hombre y de toda mujer!…”

Fuente:informaria.com