ENRIQUE G DE LA G EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México- El pasado jueves 17 de octubre se celebró en el aula Martin Buber de la Universidad Iberoamericana el encuentro interdisciplinario “Disonancias de Auschwitz”.

La jornada tuvo un objetivo doble: por un lado, reflexionar acerca de las innombrables barbaridades nazis a ochenta años del ascenso de Hitler al poder, que se cumplieron en enero pasado; por el otro, acercar al público un par de historias familiares.

Desde una perspectiva teórica hablaron María Elena Ramírez, profesora de psicología en la Casa Viktor Frankl, y Fernando Galindo, profesor de filosofía en la Universidad Panamericana. Ramírez hizo una presentación general del psiquiatra austriaco Viktor Frankl con base en las reflexiones expuestas en su conocida obra El hombre en busca de sentido. Galindo reflexionó en torno al ascenso al poder, aparentemente democrático, de Hitler en enero de 1933 y explicó cómo lo aniquiló para instaurar un régimen totalitario. Su charla no estuvo exenta de perspicaces observaciones acerca de la vida política nacional.

Las otras dos pláticas fueron de corte familiar y hasta cierto punto anecdótico. El conocido editor y periodista Aníbal Santiago Friedman narró los esfuerzos que ha hecho por esclarecer la historia de sus abuelos maternos, que huyeron de Polonia a causa de los pogromos antisemitas. El resto de los familiares permanecieron en el pequeño pueblo de Biala Podlaska y todos perecieron a manos de los nazis, excepto dos muchachas, tías abuelas suyas, que desaparecieron con la llegada del Ejército Rojo (nunca se supo si fueron seducidas, raptadas o asesinadas).

El título general del encuentro, “Disonancias de Auschwitz”, fue una especie de contrapunto a la última de las charlas titulada “Música en Auschwitz”, que impartió el muy prestigiado historiador de la filosofía André Laks, catedrático de la Sorbona de París y de la Universidad Panamericana. Su padre, Szymon Laks, fue hecho prisionero en Auschwitz-Birkenau, y logró sobrevivir gracias tanto a una serie de casualidades como a su vocación musical.

Compositor por formación, fue emplazado en la orquesta de prisioneros del campo de concentración, de la que llegó a ser su director. El conferencista describió el trabajo de su padre en Auschwitz y comparó la relativa comodidad de la que gozaban los integrantes de la orquesta con el resto de los prisioneros; también se refirió a las memorias Musiques d’un autre monde, escritas por su padre al año siguiente de su liberación por los aliados, y republicadas en 1976 bajo el título de Mélodies d’Auschwitz, y recomendó también el libro de Shirli Gilbert, Music in the Holocaust (2005).

Precisamente, el editor de las obras musicales de Laks, Frank Harders-Wuthenow inaugura esta semana una exposición en Berlín sobre los músicos polacos durante la II Guerra Mundial. Sobra abundar en el papel significativo que representa Laks en esta triste constelación. Por mi parte, planeo el primer concierto de música de Szymon Laks en el país, a llevarse a cabo en los primeros meses del próximo año.

El encuentro concluyó con una mesa redonda en la que participaron todos los ponentes. El historiador y comentarista político Pedro Cobo, profesor también en el ITAM, moderó la conversación, que estuvo bastante animada por las intervenciones del auditorio.