ENLACE JUDÍO MÉXICO

Edmond Jabés, extraordinario poeta y filósofo, escribe:

Su joroba no era tal, dice la leyenda. Era el fardo que le hacía doblar el cuerpo.
Judío errante, cuya sombra se perfila en cada página del libro, con un bastón en la mano.
Y lo castigaron por seguir aún con vida.

Shoá, Holocausto son palabras que le quedan chicas a lo sucedido en la II Guerra Mundial. Para los judíos, significó la pérdida de casi la mitad de su población, en terribles circunstancias: perseguidos como cucarachas, despojados, gaseados, mutilados, incinerados y lo peor, convertido e una especie maldita, marcada por sus genes, cuya presencia ofensiva debía ser erradicada de la faz de la tierra.

Enlace Judío ha investigado exhaustivamente el tema del Holocausto, contando con la colaboración de estos héroes que son los sobrevivientes: revelando incluso algunos secretos, como el de los Chicos de Birkenau ( Birkenau Boys) quienes, irónicamente, fueron salvados por el siniestro Dr Mengele. También,desde nuestra página, y con un apoyo apabullante de parte de nuestros lectores, hemos pedido a legisladores que sea penalizada en México la negación del Holocausto, de la misma manera como sucede en algunos países europeos.

A la vez APEIM, la Asociación de Escritores y Periodistas Israelitas de México, tiene el honor de contar, entre sus miembros, con varios sobrevivientes del Holocausto..

Es por ello que Enlace Judío y APEIM decidieron presentar el testimonio del último sobreviviente de la lista de Schindler, León Leyson, dramatizado en la novela “El chico sobre la Caja de Madera”, editado en su versión en español por Vergara y Riba, con la participación de sobrevivientes del Holocausto y música producida en los funestos campos de concentración.

El chico sobre la Caja de Madera, Enlace Judío 2

Federico Catalano, Director General de Vergara y Riba Editoras, cuyo compromiso y visión han hecho objeto de varios reconocimientos otorgados por distintos sectores de la cadena de la industria editorial, relató cómo la historia de León Leyson, fallecido en enero 2013, llamó la atención de la editorial, que la encontró idóneo para su filosofía de “una cultura de la paz”.

Raquel Schlosser, hija de sobreviviente, actualmente Directora del Instituto de Estudios Transgeneracionales y autora del libro “Mi zeide es historia“ (que pronto estrenará una versión electrónica) se dirigió directamente a León Leyson, retomando algunos conceptos de antisemitas famosos.

Bedrich Steiner, quien sobrevivió a varios campos de concentración nazi, entre ellos Terezienstadt(Terezin), Auschwitz-Birkenau, Mauthausen y Melk; y quien es colega nuestro pues se graduó en la escuela fílmica y posteriormente trabajó como camarógrafo y periodista independiente, relató la experiencia del Holocausto en carne propia.

Peter Katz, Presidente de la Unión de Sobrevivientes del Holocausto en México, quien abandonara, a los ocho años, su Austria natal en el Kindertransport- travesía en tren gracias al cual contados niños pudieron salvarse de la exterminación- habló de Oskar Schindler y su misión.

Al no poder cantar el mundo que lo había excluido, el judío aprendió a leerlo en canto- Edmond Jabés

Las cristalinas voces Cristina Pardo, mezzosoprano y
 Emmanuel Pool Castellanos, contratenor,
acompañados de Emmanuel Sabás, pianista, sonaron en en el salón Columnas de Bet El, mientras interpretaban cuatro piezas musicales en yiddish y ladino, producidas en Auschwitz. El auditorio, conmovido, virtió algunas lágrimas, en especial cuando se leyó la letra de “Nuestro tango esclavo del campo de Auschwitz”.Los asistentes podían consultar la traducción de las piezas en un programa que se les entregó.
La producción fue a cargo de Matilde Braverman, quien dotó a los organizadores de estrellas amarillas, similares a las que señalaron a los judíos.

Incluso antes de la guerra, cantábamos y bailábamos tangos, foxtrot y melodías.
Estas canciones tiernas, resonantes y llenas de nostalgia
Hacían que nuestras cabezas volaran con el amor.
Y ahora, en tiempos de guerra, nadie crea ninguna canción
Sobre los años de juventud en la ciudad.

Canta, niña, otra breve canción
 sobre los días y las noches en el campo detrás del alambrado.
Nuestro tango esclavo, bajo el látigo del golpeador
Nuestro tango esclavo del campo de Auschwitz.
Lanzas de acero de los guardias, esos animales
¡Ay, libertad, llama!