maxresdefault

JAVIER GALINDO ULLOA

Enlace Judío México | Para conmemorar el centenario de la publicación de una de las obras preferidas de Sigmund Freud, los psicoanalistas Néstor Braunstein, Carina Basualdo y Betty B. Fucks han preparado una edición que reúne once ensayos de diversos especialistas de México, Brasil y Francia en un solo libro: Freud: A cien años de Tótem y Tabú (1913-2013) (Siglo XXI, 2013).

Este libro conmemorativo nos acerca a una de las obras más importantes del siglo XX en la historia del psicoanálisis. Para Néstor Braunstein, Tótem y tabú es “un estudio que se basa en la clínica de los pacientes neuróticos, que le había permitido a Freud dirigir sus conclusiones hacia los terrenos de la antropología y la sociología. La obra ha sido un punto de referencia para discutir las relaciones entre psicoanálisis y sociedad y mantiene ahora su vigencia. Nuestro libro es un estímulo para los investigadores en estos campos”.

—¿Cómo ha sido la recepción de esta obra de Freud desde su aparición?

—Tótem y tabú nunca ha dejado de ser una fuente de discusiones. Podemos encontrar en la biblioteca una inmensa cantidad de referencias a esta obra conocida por freudianos, antropólogos y sociólogos. Sale simultáneamente en tres ediciones: en francés, portugués y español. Es el resultado de la colaboración de tres coautores y de varios psicoanalistas y sociólogos de nuestros medios, que hemos invitado a participar para preparar esta edición conmemorativa; y hemos conjuntado once textos, que son los once capítulos de nuestro libro. Además, es la primera vez que se publican las cartas de Freud con todos los contribuyentes al movimiento psicoanalítico de la época de 1912 a 1913 (Gustav Jung, Karl Abraham, Sándor Ferenczi…), que han acompañado a la redacción de Tótem y tabú. Allí podemos ver las vacilaciones y dudas que habían surgido durante la escritura de la obra.

—¿Cómo explicar el mito del asesinato del padre?

—Tomemos el título Tótem y tabú. Existe el tótem, la figura del padre, que toma distintas formas a lo largo de la historia: el padre de la familia, el jefe de la tribu, el jefe del Estado, el dictador, el déspota, el dios mismo, alguien que está elevado a la divinidad del tótem y que unifica a los miembros de la cultura alrededor del respeto y la adoración y el seguimiento de las leyes que emanan del mismo. Por otro lado qué implican esas leyes: los tabúes. Está prohibido hacer tales y cuales cosas y todos los sistemas sociales están ordenados alrededor de la prohibición. La fundamental es la ley de prohibición del incesto, que se aplica entre la relación entre madre e hijo. A partir de esa ley universal, todos los otros tabúes existentes pueden levantarse transitoriamente en un momento dado el día de la fiesta: la conmemoración del tótem y eliminación del tabú. Entre uno y otro transcurre nuestra vida; es decir, entre el respeto a las autoridades y la imposición de prohibiciones para nuestras satisfacciones personales.

—¿Cómo se acercó Freud al estudio de los mitos?

—Él era un médico psicoanalista, dedicado a la práctica clínica, pero estudiaba minuciosamente los mitos de la Polinesia, Norteamérica, África, Suda­mérica y hacía referencia a la obra de los antropólogos que habían escrito sobre estos mitos y no dejaba pasar ninguna de esas referencias. Estos cien años de Tótem y tabú no han pasado en balde, porque los antropólogos han hecho enormes avances en ese terreno. Por eso, el texto de Carina Basualdo aborda las relaciones entre Freud y Lévi Strauss, quien sentó las bases científicas no solamente descriptivas para la antropología. Freud no lo conoció por razones de tiempo, pero Lévi Strauss sí leyó Tótem y tabú e hizo interesantes comentarios.

—¿Qué sucedió con la introducción que escribió Freud para esta obra?

—Nosotros descubrimos un texto de cinco párrafos que Freud había suprimido en el libro definitivo, aunque previamente lo había publicado en una revista. Y nunca se había publicado en español. Esos cinco párrafos son muy reveladores, porque describe la situación personal de Freud en conflicto con su principal discípulo Gustav Jung. Dan una luz acerca de la influencia que había reconocido Freud de Jung, que al suprimirlos tuvo el intento de negar esa influencia para hablar acerca de la originalidad de su descubrimiento.

Fuente:siempre.com.mx