Manal Al Sharif se presentó la cabeza descubierta a la conferencia de prensa de la Ciudad de las Ideas y se declaró sorprendida por la libertad de las mujeres en México y por los espectaculares con desnudos.

Cuando Manal tenía 32 años, vivía en Arabia Saudí. Las mujeres de Arabia Saudí se enfrentan a una severa discriminación tanto en la ley como en la práctica. Deben obtener el permiso de un tutor varón para poder viajar, realizar un trabajo remunerado, cursar estudios superiores o casarse. La violencia de género es, según se cree, generalizada.

Un buen día, conducía un coche, algo prohibido para una mujer, en compañía de su hermano, Muhammad Al Sharif, cuando unos agentes de tráfico los detuvieron. Aunque a las pocas horas fueron liberados, le hicieron firmar unas declaraciones en las que se comprometían a que Manal al Sharif no volvería a conducir en Arabia Saudí.

En la madrugada del día siguiente los dos fueron detenidos de nuevo e interrogados: Muhammad quedó libre pero Manal fue trasladada a una prisión de mujeres de Dammanm.

Manal protagonizó la campaña “Women 2 Drive” (Mujeres al volante) contra la prohibición de que las mujeres conduzcan en Arabia Saudí. Se trata de una campaña pacífica en la cual las mujeres se graban conduciendo y hacen públicas en la web las imágenes. Manal había subido a YouTube un vídeo de este tipo.

Así inició su campaña a favor de las mujeres en Arabia Saudí. Sus mejores aliadas son las redes sociales. En entrevista, se mostró indignada por las leyes islámicas que dicen que una mujer que se rehúsa a acostar con su marido es “maldecida por los ángeles” y otras en las que se le prohíbe depilarse las cejas. Aconseja a las mujeres ir paso a el paso hacia la libertad y no dejarse presionar.

Como lo confesó en entrevista, sus padres le prohibían toda crítica al Estado de su país natal, diciéndole : “Shht… las paredes tienen oídos”. Ella misma no quiso responder a la pregunta sobre religión del reportero de Enlace Judío diciendo: “Prefiero no responder porque quiero volver a mi país, donde tengo un hijo”. Manal teme las represalias de una nación en la que una mujer que se pone al volante puede desestabilizar todo un sistema y merece la cárcel.

Gracias a Andrés Roemer y a la Ciudad de las Ideas por recordarnos que vivir en México es un privilegio, pues, a pesar del machismo imperante, las leyes dictaminanan la igualdad entre los sexos.

Vean la ponencia completa de Manal Al Sharif aquí