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Enlace Judío México | Los hermanos ultraortodoxos Gat no son los concursantes típicos de programas de talentos musicales al estilo de «Operación Triunfo», pero están arrasando en Israel con sus guitarras eléctricas. Para el público israelí, más acostumbrados a ver a este grupo ultraconservador en circunstancias menos propicias, los hermanos Arié y Gil Gat ofrecen una visión diferente sobre los ultraortodoxos.

Ambos están ahora en los primeros puestos del programa «Kojav HaBa», en hebreo «La próxima estrella», y cuentan con un nutrido séquito de fans mayoritariamente seculares. Los Gat cantan sobre todo en inglés y tocan temas de Pink Floyd, Simon y Garfunkel y The Eagles, entre otros, pero han sido sobre todo sus voces suaves y su actitud modesta la que ha conquistado a los israelíes.

Arié y Gil no siempre lucieron la kipá negra, la levita y los tirabuzones típicos del atuendo de los ultraortodoxos. Nacieron en el seno de una familia secular en Eilat, una ciudad balneario del sur de Israel y crecieron escuchando los clásicos de los setenta y los ochenta en su casa. «A nuestro padre le gustaba mucho esta música y desde muy pequeños empezamos a tocar la guitarra, así que decidimos que tocaríamos juntos porque llevamos toda la vida haciéndolo», comentó Arié Gat a ABC.

Hace 16 años, los dos hermanos decidieron hacer las maletas y mudarse a Jerusalén donde se hicieron más religiosos y donde comenzaron a tocar en la calle. «Llevamos muchos años tocando en público, somos básicamente músicos callejeros. Hace unos meses un productor del programa nos escuchó mientras paseaba por Jerusalén y nos ofreció participar», explicó Gil Gat.

Restricciones religiosas

El programa se graba en riguroso directo y los concursantes reciben instantáneamente la puntuación del público, que puede votar a través de una aplicación móvil. Los Gat aseguran que a pesar de las estrictas restricciones que impone esta rama hasídica del judaísmo, como escuchar a mujeres cantar, verlas bailar o con poca ropa, recibieron la bendición de su rabino local para participar.

«Cuando terminamos de tocar en directo nos retiramos al camerino para evitar ver a ninguna mujer, así que lo que hacemos no va en contra de nuestras creencias. Sabemos que no podemos cruzar ciertas líneas rojas, por lo que no supone un problema para nosotros ni para nuestra comunidad», dijo Gil. En Israel los ultraortodoxos, que componen el 10 por ciento de la población, están en el medio de un gran debate sobre su estilo de vida. Según sus creencias, los hombres deben consagrar su vida al estudio de los textos sagrados, lo que supone que la mayoría de las veces no trabajan y deben subsistir con ayudas estatales.

Pero Arié y Gil están consiguiendo con sus guitarras que los israelíes vean un lado más amable y cercano de esta comunidad hermética. También están demostrando que ser ultraortodoxo no está reñido con el talento musical.

Fuente:abc.es