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La Torá, que consiste en los cinco libros de la ley, se divide en 54 episodios llamados Perashá o Sidrá. (Los sefaradíes emplean la palabra “Perasha”, y los Ashkenazim: “Sidrá”). Cada sábado se da lectura a una de esas 54 Parashiyót (plural de perasha). El sábado se califica de acuerdo con la Perashá que le corresponde. Por ejemplo: Shabát Bereshit, es el sábado en que se lee la Perashá de Bereshit.

Precede a la lectura de la Torá una impresionante ceremonia. Primero se hace la Petijá (apertura) del Arón Hakodesh. El encargado de hacerlo, por regla general alguien a quien el Gabai desea honrar, saca dos rollos del arca y los entrega en manos de dos miembros de la congregación, siendo el primero de preferencia un Bar-Mitzvá, y el segundo uno de sus jóvenes familiares, hermano, primo, etc. Deno haber Bar-Mitzvá  los rollos se entregan a los jóvenes.

Acompañados del Jazán y demás oficiantes, quienes entonan melodiosos cánticos, se da una vuelta alrededor de la sinagoga, ofreciendo así la oportunidad a casi todos los feligreses de ver de cerca y besar el Séfer Torá.

Esta Mitzvá se llama Olaját Séfer Torá (conducción del Séfer Torá).

Luego un congregado hace la Guelilá, es decir, descubre la faja y la funda que cubren el rollo y deposita el Séfer Torá en la Tevá.

Otro feligrés procede a la hakamá, es decir, alza el rollo abierto de la Torá dirigiéndolo primero hacia su derecha (oriente) y sucesivamente hacia los cuatro punto cardinales, girando siempre a su derecha. Los asistentes, de pie, tienen la mirada puesta en el Sèfer Torá, y cuando ven la parte escrita alzan la mano derecha asiendo los dos Tzitziot que cuelgan de la parte derecha e izquierda de su talit, y dicen: “Esta es la Torá que Moshé entregó a los hijos de Israel, Moshé nos dio la Torá, una heredad para la Congregación de Jacobo”.

Después de esa ceremonia se procede a la lectura de la Torá según el orden antes mencionado.