EMILIO ACHAR PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México- Hanoch Gutfreund es jefe del archivo de la Universidad Hebrea de Jerusalén, a la que Albert Einstein, Premio Nobel de Física 1921 heredó su obra y patrimonio intelectual.

Albert Einstein escribió una de sus más grandes obras -la Teoría General de la Relatividad- en 46 hojas, a mano, con tinta y en alemán.

Las copias de cuatro hojas de este manuscrito –el documento completo y original está en la Universidad de Jerusalén-, se exhiben en el pabellón de Israel de la FIL Guadalajara 2013.

En conferencia, este martes, Gutfreund relató como el entonces joven científico (26 años), recién egresado de la Universidad y quien tuvo que migrar a Suiza para conseguir un empleo, escribió en 1905 -considerado por los historiadores como ‘el año milagroso’-, cuatro documentos considerados los pilares de la física moderna.

“Vemos a un joven hombre, que trabaja fuera de la Universidad y todo lo que hace, lo hace en su tiempo libre, mientras carga en su regazo a su hijo de un año… Aquí el milagro no es solamente lo que hizo, sino también las circunstancias bajo las cuales lo hizo”, señaló.

Entre esos documentos está el que escribió sobre el comportamiento de la luz y, como si Einstein quisiera de alguna manera manifestarse en la conferencia impartida por Gutfreund, la luz del salón se apagó y todo quedó en penumbras por un par de minutos.

La identidad judía de Einstein

Los manuscritos también revelan detalles acerca del premio Nobel, quien naciera en una familia judía alemana asimilada a la cultura circundante.

“Fue educado en una escuela católica de Münich; luego, se instruyó e judaísmo, pero se refirió a este episodio como al “paraíso religioso de la juventud”. Aún así, no se había generado sentimiento religioso alguno en él hasta 1914, cuando, a os 35 años, vuelve de Suiza a Alemania y se encuentra, por primera vez, con el fenómeno del antisemitismo.

“Einstein pensó y escribió mucho sobre el antisemitismo, pero no lo hizo de forma emocional pues era un físico.Creyó que se trataba de xenofobia y que existiría mientras hubiera coexistencia entre judíos y gentiles; los judíos habían tenido que enfrentarse individualemente al antisemitismo al dejar el ghetto, pues anteriormente tenían alguna cobertura social. No creía que la religión pudiera jugar un papel en este momento y que la mejor manera de resolver el antisemitismo era desarrollando la solidaridad. También pensaba que el peor efecto del antisemitismo no era la discriminación material, sino el complejo de inferioridad, la pérdida de la confianza del judío”.

“De hecho, desarrollar la solidaridad comunitaria fue la recomendación que les dio a los negros norteamericanos en los años ’30 y ’40 y manejar los complejos de inferioridad”.

“Eso llevó a Einstein a unirse al movimiento sionista. Él ya era en este momento un pacifista ideológico que se oponía al chovinismo, a la violencia y a cualquier forma de nacionalismo. En este caso, se unió a un movimiento nacionalista que podía, en cualquier momento, volverse violento para lograr su meta”.

“Para los alumnos de Einstein y sus amigos, era una gran contradicción. Les respondía que el sionismo era una necesidad, la necesidad de preservar la identidad judía: para Einstein, el judaísmo era mucho más que una religión”.

Entre los documentos que se exhiben está además la respuesta del científico a la invitación que recibió para convertirse en el segundo presidente de Israel, un país que actualmente tiene 65 años de fundado.

“Estoy profundamente conmovido por la oferta de nuestro Estado de Israel, y al mismo tiempo triste y avergonzado ya que no puedo aceptarlo” y concluye diciendo: “Yo soy el más afligido por estas circunstancias porque mi relación con el pueblo judío se ha convertido en mi vínculo humano más fuerte desde que me hice consciente de nuestra situación precaria entre las naciones del mundo”, en una carta escrita a mano y en alemán.

Detrás de las vitrinas que resguardan las copias está un manifiesto escrito también a mano, en el que Einstein expresa su deseo de ver a Palestina convertirse “en un centro espiritual para todos los judíos del mundo”.