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ROBERTO SONABEND

Para Ari Shavit…

Enlace Judío México | Escribí estas palabras después de observar a un grupo de jóvenes protestar y quemar una bandera de Israel, durante la inauguración de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara. Israel fue el país invitado de honor.

Hay gente que mira al Estado de Israel como si sus problemas internos y externos lo transformaran en un experimento interino, del cual solamente puede legitimarse a través de justificaciones y explicaciones. La existencia de una nación no debe entenderse como un experimento en el que alguien tiene la autoridad para declararlo como genuino o fallido.

La misión del Sionismo fue rescatar a los judíos de la destrucción en el exilio; tarea muy necesaria, pues las naciones del mundo no hicieron un buen trabajo defendiendo a este pueblo. Israel es el resultado de uno los grandes logros de los movimientos socialistas y nacionalistas del pueblo Judío.

En 1947 las Naciones Unidas aprobaron en forma unánime un Plan de Partición para Palestina, en el que se ordenó el retiro del mandato del Reino Unido y se dividió el territorio para la creación de dos estados, uno para la nación palestina y otro para la nación judía.

Los sionistas lograron un milagro histórico y aceptaron el Plan de Partición, pero la Liga Árabe decidió rechazarlo. Esto condujo a guerras sucesivas que generaron una oleada de refugiados palestinos. El problema palestino se agudizó aún más con la guerra de los Seis Días en 1967, cuando Israel conquistó Cisjordania y Gaza. La ocupación de estos territorios durante tantos años se ha convertido en un problema medular del conflicto.

La libertad y la soberanía del pueblo palestino es tan válida como la del pueblo judío.

Ha llegado el momento en que el Gobierno de Israel permita el surgimiento de un estado palestino soberano y funcional. También es imprescindible que la Asociación Nacional Palestina reconozca formalmente la existencia del Estado de Israel y establezcan un programa de seguridad conjunto. Si durante las actuales negociaciones de paz, ambos pueblos cumplen con lo mencionado y dejan de señalar al otro como culpable, existe una elevada posibilidad de que finalmente sean exitosas.

Las discusiones en torno al conflicto, generalmente se dan entre la gente que niega el milagro del pueblo judío y la que niega el derecho del pueblo palestino a la soberanía.

Los jóvenes que se manifestaron deberían entender lo complejo del conflicto palestino – israelí. Podrían hacer un esfuerzo por comprender a la otredad, y no simplemente sumarse a aquellos que creen estar haciendo justicia, negando alguno de los dos lados.

*Roberto Sonabend ha sido miembro del Consejo del Think Tank: “Israeli Democracy Institute”, y de la Organización israelí – palestina: “One Voice. Diciembre 2013.