• Dirige sendos conciertos en Sevilla y Cádiz con obras de Wagner, Mozart y Beethoven
  • ‘En el conflicto entre Israel y Palestina hay que buscar compromiso, y estamos muy lejos’
  • “El dinero no compra la justicia si no se admite el derecho de existir del otro”

Enlace Judío México – La Orquesta West-Eastern Divan y el maestro Daniel Barenboim ofrecerán conciertos en Sevilla (Teatro Maestranza) y Cádiz (Gran Teatro Falla) los próximos días 19 y 21 de enero, respectivamente, con motivo del décimo aniversario de la creación de la Fundación Pública Andaluza Barenboim-Said.

Desde el 12 de enero los jóvenes músicos árabes, israelíes y españoles realizan en la capital andaluza su taller de convivencia y ensayos para preparar la versión en concierto de la ópera Tristán e Isolda de Richard Wagner con cinco solistas de primer nivel y sinfonías de Mozart y Beethoven.

Daniel Barenboim ha ofrecido junto a Mariam Said, viuda de Edward Said, una rueda de prensa en el Hotel Vértice Aljarafe de Bormujos, lugar de convivencia de los jóvenes músicos, en la que el maestro argentino ha expresado su “grandísimo agradecimiento” por la creación de esta Fundación, ya que “crear una fundación con fines culturales y humanos no es tan evidente”, destaca el maestro, que deja claro que sus fines “no son políticos”, como “tampoco los son los del proyecto de la Orquesta”, una filosofía que “compartí con Edward Said”, asegura.

Asimismo, ha señalado que el conflicto entre israelíes y palestinos”no es militar ni político” sino “un conflicto humano entre dos pueblos que están convencidos de tener que vivir en el mismo pequeño pedazo de tierra sin el otro”. “En este conflicto hay que buscar compromisos y estamos muy lejos de todo eso, porque no se puede buscar un compromiso cuando no se admite el derecho de existir del otro”, afirma Barenboim, quien añade que “con mucho dinero no se puede comprar la justicia que necesitan los palestinos y tampoco la que buscan los israelíes”.

En este sentido, insiste en que la Fundación Barenboim-Said “no tiene nada que ver con política”, pero “ha contribuido al desarrollo cultural en Palestina y en parte también en Israel”, sobre todo en el caso “de la población no judía”. Así, recuerda que existe un centro musical en Ramala, donde “muchos chicos aprenden música”, además de “muchas otras actividades”.

En cuanto a la Orquesta, Barenboim desmiente la leyenda que dice que Said y él “quisieron inventar un orquesta”. De este modo explica que esta formación musical, surgida en 1999, nació tras la idea inicial de crear un taller “musical, intelectual y humano” en el que participasen jóvenes de toda la región. “Nuestra sorpresa es cuando tuvimos más de 200 aplicaciones sólo del mundo árabe, y el nivel de los mejores árabes era igual al nivel de los mejores israelíes”, con lo que “consideramos que un taller no era suficiente”, y “nos dimos cuenta que esto no era sólo un proyecto para una vez, sino que tenía que repetirse”.

Las primeras ediciones transcurrieron entre Weimar y Chicago hasta que, en 2002, se estableció definitivamente en Sevilla. Barenboim ha agregado que posteriormente, en 2004, se creó la Fundación, que “se hace cargo de la actividad de las Orquesta en España”, y ha manifestado “estar profundamente agradecido” a la Junta de Andalucía por el apoyo dado, “sobre todo en actividades de educación musical y actividades en Palestina e Israel”, lo que significa que “Andalucía, e indirectamente España, es el único país que hace una contribución clara y concreta por el desarrollo de la vida intelectual en Palestina”. “La ayuda de Andalucía y España es muy especial y única”.

Israel y Wagner

Barenboim ha asegurado que no se conseguirá “una dimensión total de este proyecto” hasta que la West-Eastern Divan “no pueda tocar en todos los países representados en la Orquesta”. “El día que podamos tocar en Beirut, Damasco, Ammán, El Cairo y Tel Aviv se llegará a la gran dimensión de este proyecto”, opina el maestro, quien tacha de “hipocresía” la reticencia de Israel a interpretar a Wagner, porque “se pueden comprar discos e incluso se toca en las audiciones para orquestas”.

En la rueda de prensa han participado también algunos de los músicos que forman parte de la West-Eastern Divan, como la linarense Cristina Gómez Godoy, quien destaca el papel importante de los andaluces en la orquesta porque “aportan una visión diferente a unos y a otros, para que ellos entienden que las cosas pueden ser vistas de otra manera”, al tiempo que afirma que “siempre tienemotivos humanos y musicales que la empujan a venir a esta cita”.

En esta línea se ha expresado también la israelí Meirav Kadichevski, miembro de esta formación desde 2004, que asegura que ésta tiene algo “muy especial” como “es conocer a gente y sentirla como otro ser humano” y que ha pasado de creer que no hay una única realidad sino “muchas realidades”, con “muchas cosas en común”. Por su parte, Jorge Monte de Fez, miembro desde 2010 y trompa en la Filarmónica de la Scala de Milán, subraya que su participación le ha hecho ver que “todos somos iguales a nivel humano y artístico”, mientras que el libanés Nassib Ahmadieh, solista de violonchelo y con más de diez años en la Orquesta, califica esta experiencia de “muy emocional”.

Fuente: El Mundo