Enlace Judío México | Lanzada al espacio el 4 de marzo de 2004 al encuentro del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, el reto de la misión europea Rosetta es posar un modulo de descenso sobre la superficie de un cometa -bautizado Philae-, tomar muestras y descubrir los secretos que encierran los cometas, considerados como los fósiles de la formación del Universo.

Rosetta entró en estado de hibernación a mediados de 2011, para ahorrar energía mientras se adentraba en el espacio profundo, hasta la órbita de Júpiter. Antes de echarse a dormir, orientó sus paneles solares al Sol y empezó a girar sobre sí misma una vez por minuto para mantener su estabilidad. Los únicos sistemas que quedaron encendidos fueron el ordenador de a bordo y varios calentadores, para evitar que sus equipos científicos a bordo llegarán a congelarse y la misión se fuera al traste.

El ordenador está programado para realizar una secuencia automática y para restablecer el contacto con la Tierra.

Nada más despertarse empezará a calentar sus sensores de estrellas, un proceso que tarda unas seis horas- y mediante el cual Rosetta identifica cual es su posición exacta en el espacio. A continuación, Rosetta encenderá sus motores, con lo que detendrá el movimiento de rotación y ajustará su orientación para garantizar que sus paneles solares siguen apuntando hacia el Sol.

Una vez activados los sensores de estrellas, Rosetta calculará con precisión su orientación y apuntará su antena de alta ganancia hacia la Tierra, encenderá su transmisor y enviará la señal que confirmará que se ha despertado correctamente.

En ese momento Rosetta se encontrará a unos 807 millones de kilómetros de la Tierra, lo que significa que la señal tardará unos 45 minutos en llegar hasta las estaciones de seguimiento. La primera oportunidad de recibir su señal será entre las 18:30 y las 19:30 hora peninsular.

Una serie de antenas distribuidas por toda la Tierra estará preparada para recibir la señal de vida de Rosetta. La primera de la lista es la antena de 70 metros de diámetro de la NASA en Goldstone, California, seguida por la de Canberra (Australia) y la antena de 35 metros de diámetro de la ESA en Nueva Norcia, al oeste de Australia.

Este emocionante momento se anunciará en directo a través de la cuenta de Twitter de la ESA: @ESA_Rosetta.

Los cometas son los desechos de nuestro sistema solar y su estudio es prioritario para la comunidad científica internacional. Tras ser descartados de formar parte de planetas y satélites, los cometas vagan por el Universo con escasas modificaciones en su composición desde hace más de 4.000 millones de años. El nombre de la sonda está inspirado en la piedra Rosetta, que permitió descubrir el significado de muchos caracteres egipcios. Y el del módulo de descenso (Philae) procede de la ciudad egipcia donde existía un obelisco que ayudo a descifrar el texto egipcio de la piedra Rosetta.

Al igual que la Piedra de Rosetta sirvió para desvelar los misterios de la escritura jeroglífica egipcia, los científicos confían en que la sonda Rosetta sirva para desvelar los grandes secretos que encierra el sistema solar.

Fuente:revistatenea.es