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Cómo deleitarse en el día del descanso?
Con un plato de remolacha,
peces de gran tamaño,
y cabezas de ajo

Shabat 118 B

Las relaciones sexuales son
consideradas una dimensión
del placer de Shabat

Maimónides: Halajá 14 de Shabat

La comida es sensual con vino y pan.
Ambos son íntimas y a la vez
un preludio para la actividad íntima

Rabino Shmuley Boteach: Kosher Sex

AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | Cualquiera que sea la fiesta que estés celebrando, añade algo de romance a tu menú siguiendo algunos consejos de sabios.

Celebrar o no celebrar. La cuestión es que cada que se acerca el Día de San Valentín, los judíos tienen que lidiar con la decisión de honrar y respetar este día que, a pesar de su apariencia secular, tiene orígenes cristianos y paganos, los cuales podrían interferir con su sistema de valores (dependiendo de su versión del judaísmo). Sin embargo este año, el tema puede ser indiscutible: Este día de San Valentín (14 de febrero del 2014) va a caer justo en viernes, un evento que para los judíos ha tenido dejos de romance, comida y amor durante siglos.

Una rama de la tradición judía dice que las cenas de Shabat modernas fueron pensadas como precursoras de la sexualidad entre las parejas heterosexuales casadas. En la Halajá 7 de Shabat de la Mishna, Maimónides cita a los sabios en Shabat 118b: “¿Cómo deleitarse en el día del descanso? Con un plato de remolacha, peces de gran tamaño, y cabezas de ajo” ¡Todos los afrodisíacos certificados! No es casualidad que justo después de las leyes sobre qué se debe servir y comer en Shabat, vienen las leyes de la sexualidad “Las relaciones sexuales son consideradas una dimensión del placer de Shabat”, continúa Maimónides en la Halajá 14, seguido de “Esto se aplica a todas las personas, no sólo a los estudiosos de la Torah”.

Por otro lado, el Rabino Shmuley Boteach, autor de Kosher Sex, dice que “La comida de Shabat es la actividad más íntima de toda la semana”, además “La comida es sensual con vino y pan. Ambas son íntimas y a la vez un preludio para la actividad íntima”. En otras palabras, sea San Valentín o no y lo que sea que signifique, re-signifiquémoslo y llevemos la pasión que conlleva este viernes por la noche en Shabat.

Si lo pensamos bien, el amor y el alimento siempre han estado entremezclados –como la trenza de nuestro pan– en la Biblia. Tomemos como ejemplo la historia de Rubén y Raquel con el erótico aroma de la flor del amor –que para algunos es Jazmín y para otros mandrágoras– (Génesis 30:14). O bien, cualquier verso de El Cantar de los Cantares en donde fusionados con el amor inminente aparecen alimentos como: granadas, higos, miel y manzanas; componiendo las metáforas del propio amor en este gran poema.

Los alimentos bíblicos que se consideran afrodisíacos y todavía existen en nuestras cocinas de hoy son: queso, mostaza, manzana, higo, nuez, uvas, salmón, vino tinto, aceite de oliva, miel, granada, huevo, avena y leche. El menú de Shabat de los sabios incluye: ajo, que comparte una composición química similar a las secreciones sexuales femeninas; remolacha, con un alto contenido de boro, estimulando la producción de hormonas sexuales; y pescado, que está repleto de vitaminas para mejorar la libido. Otros ingredientes de los menús bíblicos antiguos incluyen: canela, que produce calor y aumenta el apetito; y menta, que proporciona las vitaminas A, C y B2, además de calmar la mente y el cuerpo con nutrientes como el selenio, magnesio, omega 3, zinc y fibra dietética.

Las almendras, amigables con las reglas del Kashrut, equivalen a los afrodisíaco taref como las ostras, mismas que contienen altos niveles de ácidos grasos, claves para la producción de hormonas necesarias para mantener un impulso sexual saludable en las mujeres, incluyendo un aminoácido llamado arginina, que también ayuda a relajar los vasos sanguíneos y ayudar a la circulación para aumentar la potencia sexual en los hombres.

Tengamos cuidado con ciertos alimentos que no son iguales que en tiempos bíblicos como por ejemplo, el trigo, la avena y la cebada. Pero aún tenemos el huevo, que contiene altos niveles de vitaminas B6 y B5 (que ayudan a equilibrar los niveles hormonales) y también B12 (que es clave para la producción de testosterona sana). Todavía tenemos la granada, un refuerzo de energía sexual antioxidante, así como la dulzura sensual del higo y la miel.

En otras palabras, todavía tenemos un montón de estos afrodisíacos bíblicos para hacer un menú seductor en una típica cena de Shabat: desde el kugel, pastel de manzana, pollo asado con higos, dátiles y nueces, etc.

No nos olvidemos de la Sopa de pollo, misma que podría ser una poción de amor debido a que contiene la proteína y la grasa necesaria para aumentar la libido, por no hablar de una ventaja adicional cuando se añade el apio, un vegetal potente que estimula la glándula pituitaria y está lleno de androsteronas, unas feromonas masculinas que estimulan la excitación sexual femenina.

En fin, este Shabat del amor, deléitate con los sentidos en todos los sentidos.