Bachar al-Asad

El mundo se muestra escéptico, pero mientras el régimen sirio reciba apoyo exterior es difícil que se detenga el derrame de sangre. La prolongación del combate trastorna el silencio en la frontera norte de Israel.

ESTHER PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | En el cuarto año de la guerra civil en Siria, los medios de comunicación mundiales resaltan un logro más del régimen de Assad, que según los sistemas de inteligencia occidentales, debería de haber desaparecido de la historia.

Las fuerzas del ejército sirio han avanzado sistemáticamente por la frontera con Líbano y la ciudad de Yabrud. Estas reciben ayuda de Hezbollah en su lucha contra los rebeldes, facilitando el control de esta zona fronteriza por parte de las fuerzas de Assad para proteger sus propias líneas de abastecimiento desde el norte de Siria hacia Damasco.

El cambio principal a favor de Assad ocurrió el año pasado cuando este logró frenar los ataques de los rebeldes en regiones claves del país, mientras que Europa y a Estados Unidos se vieron amenazados por el fortalecimiento de grupos de oposición identificados con al Qaeda y por lo tanto disminuyeron su ayuda a los rebeldes.

Aparentemente, Assad ha logrado sobrevivir gracias a la ayuda de Rusia, Irán y Hezbollah, recibiendo grandes cantidades de armamento y financiamiento, además de la presencia de expertos y voluntarios colaborando a favor de este régimen. Su derrota durante este cuarto año de combate ocurrirá sólo si los rebeldes logran eliminar a Assad físicamente.

Conforme transcurre el tiempo, la ayuda de Rusia parece ser más indispensable, pues expertos rusos se encuentran infiltrados en todos los niveles del gobierno y las fuerzas de seguridad sirias. Además, el régimen de Assad recibe armas y municiones a través de la ciudad portuaria de Tartus situada en el norte de Siria. Israel, que sólo hace una semana culpó a Irán de apoyar la masacre de los sunnitas, permanece en silencio en lo referente a la participación rusa.

Vladimir Putin, Presidente de Rusia expresa que su país no abandona a viejos amigos y por supuesto que la presencia de un Islam extremista como al Qaeda en Siria no forma parte de los intereses rusos. Cuando parecía que Assad estaba en serios problemas frente a la masacre de 1500 ciudadanos utilizando armas químicas el pasado agosto, Rusia lo rescató. El acuerdo realizado por los Presidentes de Rusia y de los Estados Unidos para el desplazamiento del arsenal de armas químicas preservó al régimen y evitó una acción militar americana a último momento.

Sin embargo, no debemos exagerar respecto a la capacidad militar del régimen sirio. Esto es evidente según las batallas que tuvieron lugar en el Golán, cerca de la frontera con Israel a principios de este mes. Los rebeldes han tomado control de cerca del 80% de esta región durante este año. Una fuerza militar siria fue bloqueada en el centro de las alturas del Golán. Las fuerzas de Assad atacaron desde el aire y utilizaron fuego de artillería a fin de rescatar a su gente. A pesar de la cantidad de soldados y calidad de armas, el régimen se mostró desmotivado y la operación fracasó.

Este es aparentemente el balance del combate que ha durado tres años con más de 140 mil muertos – es un empate sin resolución donde se derrama la sangre del pueblo. En Siria existe una guerra brutal que no se ha visto en la región durante decenas de años. Videos e informes de este conflicto reflejan imágenes y descripciones terribles, difíciles de digerir (que nos hacen reflexionar respecto a la cultura dominante en este país vecino con el cual Israel ha tratado de llegar a un acuerdo de paz en varias ocasiones). Actualmente, es difícil ver una buena salida a este conflicto durante el cuarto año de combate.

La pregunta es cuál es la función de Hezbollah en esta guerra. No cabe duda que esta organización adquirió experiencia y acumuló confianza al contribuir al éxito de Assad. Por otro lado, cerca de 5,000 de sus miembros se encuentran en Siria y más de 500 han muerto en este conflicto. Además, su participación en esta guerra ha traído el conflicto a las aldeas chiitas en el Valle de Líbano y el sur de Beirut.

Esta situación representa un riesgo adicional para Israel. El viernes pasado explotó una carga de explosivos cerca de un convoy del ejército israelí como represalia al presunto ataque de la fuerza aérea israelí a un convoy de armas de Hezbollah a finales de febrero. La prolongación de esta guerra en Siria perturba la seguridad en ambas fronteras norte de Israel, aún si esto sucede en bajas dosis y poca intensidad.

Fuente: Amos Harel, Haaretz