MARIO LEVY PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judio México- La nueva legislación en México que tipifica como delito el matrimonio forzado, el trabajo forzado y el tráfico de órganos ha sido aprobada por el Congreso de la República. El matrimonio debe ser una ocasión de alegría y voluntad y no una situación en la que alguien una su vida con otra persona a la fuerza.

Por lo tanto, unas jovencitas de la Comunidad, quienes habían puesto una queja por haber sido coercionadas a casarse, se vieron favorecidas con el dictamen de las autoridades, las cuales se comunicaron con los padres en cuestión y les recomendaron revaloraran y reconsideraran sus actos.

Aquí una de las frases pronunciada por una de ellas, que nos ayudan a comprender esta cruel realidad. “Me obligan a casarme con alguien que no amo, que no conozco”.

Un matrimonio forzoso no es lo mismo que un matrimonio acordado, es un matrimonio celebrado sin el válido consentimiento de ambas partes donde la presión es un importante factor.

El matrimonio, como otros contratos presupone una persona libre y capaz de razonar y en el caso de los matrimonios forzados estamos ante situaciones en las que tanto la autonomía como el libre consentimiento se encuentran gravemente coartados.

Entrevistado por teléfono acerca del tema, el Rabino Toval nos respondió:

“Un hijo cuando ya es mayor de edad, según la Torá después de los 13 años ya toma sus decisiones, ya que D-os nos da el libre albedrío.

Absolutamente no podría un padre obligar a su hijo, podría sugerirle, pero seguramente no obligarlo; de ninguna forma sería correcto.

Uno, un matrimonio que se hizo por obligación seguro que va a fracasar y dos, como dije, no existe ninguna buena acción que sea considerada como tal si se cumple a la fuerza”.