AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

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Israel no necesita preocuparse por la amenaza del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, de convencer a las Naciones Unidas para el establecimiento de un Estado palestino, dijo el ministro de Economía Naftali Bennett, el pasado domingo 30 de marzo.

“Abbas amenaza que va a ir a la ONU” dijo el líder del partido judío de derecha a la agencia de noticias de la radio nacional israelí. “Que se vaya a la ONU ya. Que haga lo que quiera y nosotros sabremos cómo manejar la situación”.

En cuanto a la oferta de apoyo internacional para el Estado palestino, Bennett sostuvo que Abbas sería “el primero en ser dañado” por ella, y que “él, no nosotros, es quien tiene un mayor interés en la continuación de las conversaciones”.

“La AP apenas tiene economía, no tiene instituciones de defensa, no tiene soberanía, no tiene fronteras, no tiene nada. Así que si no se ve como un Estado y no suena como un estado, no es un estado, aunque la ONU lo diga; no necesitamos temer y pagar un precio para evitar que vaya a la ONU. Dejen que vaya a la ONU”, dijo.

Bennett dijo que no tenía conocimiento de una propuesta israelí sobre la liberación de un nuevo grupo de 400 prisioneros de seguridad palestinos, aparte del cuarto y último grupo de convictos de terrorismo que serían liberados este fin de semana, si la Autoridad Palestina aceptara extender las pláticas de paz por otros seis meses.

Destacó, sin embargo, que ninguna de estas iniciativas podría aprobarse en votación de la Knesset.

“¿Tenemos que pagar por el derecho de sentarnos con Abbas?”, se preguntó. “Si yo estuviera en su lugar, nunca llegaría a un acuerdo, ya que podría conseguir todo lo que quiero, simplemente con amenazas”.

El domingo se informó que el liderazgo palestino rechazó la oferta respaldada por Washington y presentó una contraoferta de su propia cosecha a los mediadores estadounidenses, en la cual exige que Israel libere a 1.000 prisioneros electos por la Autoridad Palestina, congele la construcción de asentamientos y transfiera algunas regiones de la zona C -actualmente bajo el control de Israel-, a la Autoridad Palestina.

Bennett dijo que había hablado con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, para pedirle que, en vista de la negativa continua de Abbas a reconocer a Israel como un Estado judío, la decisión de liberar a los prisioneros se reevaluaría. Sin embargo, no reveló la respuesta del primer ministro.