Enlace-Judio-SH_F_startfinal-19

SAL EMERGUI

Enlace Judío México | Mucho antes de sus adelantos tecnológicos y sus decenas de start ups, Israel tenía dos medios para conquistar Europa: la pelota de baloncesto y la voz. En otras palabras, el Maccabi Tel Aviv y Eurovisión.

En pocos días, el equipo israelí acude una vez más a la Final Four para intentar conseguir su sexto trofeo de la máxima competición continental. En el festival europeo de música, nuevo fracaso. En los últimos cuatro años, Israel se ha quedado fuera de la final lo que ha provocado que algunos responsables se planteen incluso no participar el próximo año.

Pese a ser una de las favoritas en las apuestas y pronósticos, Mei Finegold (“Same Heart”) no llegó a su Tierra Prometida.

“Es muy raro que no nos clasifiquemos por cuarto año consecutivo”, lamenta Yaakov Neve, miembro de la comisión de la Autoridad de Radiodifusión de Israel. Según el diario “Yediot Ajaronot”, Neve aconsejará no participar en la próxima edición ya que como aseguran en la delegación que viajó a Copenhague, “los criterios políticos son más importantes que los musicales”.

“Cada año en Eurovisión bromeamos que todos son antisemitas pero este año ha quedado claro que cosas no relacionadas con la música influyen en los resultados”, dice un portavoz al periódico “Israel Hayom”.

De momento, sin embargo, el jefe de la delegación, Udi Betzalel, descarta abandonar el certamen. “Pese a las últimas decepciones, es muy importante participar y enseñar a Europa cosas maravillosas que no conocen de Israel”, opina.

Finegold apoya seguir en Eurovisión pero no oculta su enfado: “Sólo quisimos representar con dignidad a nuestro país y así lo hicimos. Estoy decepcionada ya que la puntuación no tiene nada que ver con la actuación o canción sino con otros aspectos como política. Es lo que todos sienten. Como dije antes de Eurovisión, no me meto en política”.

“Estamos orgullosos de lo que hicimos. Nos fuimos con la sensación de que lo que pasa va más allá de lo que podemos hacer. Figuramos en los puestos más altos en las apuestas y en el escenario era una locura con miles de personas cantando conmigo. Al final, miembros de otras delegaciones vinieron a consolarnos y nos dijeron que no podían creerse que no nos hubiéramos clasificado”, añade.

La última vez que Israel llegó a la final se remonta al 2010 cuando envió al carismático Harel Skaat.

Desde entonces y pese a las quinielas de expertos, no hay rastro en la final. Como apuntan algunos en Israel, el fracaso no se debe exclusivamente a razones musicales sino más bien a la imagen internacional de Israel.

Seguramente algunos lectores se hacen otra pregunta: ¿Por qué Israel participa en Eurovisión? Ante el boicot y el no reconocimiento de los países árabes en la zona geográfica a la que pertenece, Israel está adscrito al Viejo Continente en foros deportivos, económicos y culturales. Desde Eurovisión hasta la Champions.

Una anécdota: antes del establecimiento de relaciones diplomáticas (95), la televisión de Jordania solía interrumpir la emisión durante la actuación israelí.

Según “Yediot Ajaronot”, algunos países árabes que integran el ente televisivo europeo levantarían su veto y acudirían al concurso si Israel se retira. A la Autoridad Nacional Palestina-que aspira a un Estado independiente- le gustaría estar en Eurovisión. Supondría algo más (mucho más) que la participación de su representante.

Desde su debut en el 73, Israel ha ganado el concurso europeo en tres ocasiones:

“A-Ba-Ni-Bi” interpretado por Itzhar Cohen y Alphabeta (78),

“Hallelujah” por Gali Atari & Milk and Honey(79)

y “Diva”, Dana International (98).

Finegold no ha podido repetir el éxito de la artista transexual. La cantante de Rishon Letzion se hizo famosa en el 2009 tras llegar a la final en un popular concurso musical. Un año después, escribió la canción “Ma Nishtana” sobre la violación sufrida por una chica. Fue tan real como la vida misma ya que denunciaba la violación que ella misma sufrió cuando era una adolescente.

Fuente:elmundo.es