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ESTI PELED PARA ENLACE JUDÍO

Enlace Judío México | Jerusalén sospecha que Teherán percibe la debilidad del occidente y engaña a las potencias mundiales.

Israel teme que las seis potencias mundiales negociando con Irán sobre su programa nuclear se inclinen a un compromiso que puede culminar en un acuerdo final a ser firmado a mediados de julio.

En conversaciones con altos funcionarios americanos, Israel ha expresado su preocupación por lo que considera un exceso de indulgencia por parte de los negociadores conocidos como el P5+1 (China, Francia, Alemania, Rusia, el Reino Unido y Estados Unidos).

En su visita a Israel la semana pasada, la Asesora de Seguridad Nacional Susan Rice afirmó que las oportunidades para lograr un acuerdo con Irán son limitadas, pues no existe ninguna garantía que el relativamente moderado Presidente Hassan Rohani y el Ministro del Exterior Mohammad Javad Zarif puedan seguir con su política por mucho tiempo más.

Los líderes israelíes rechazan la explicación de los americanos y consideran que Teherán percibe la disponibilidad de los países occidentales y una vez más engaña a las potencias mundiales.

La defensa israelí estima que Irán desea alcanzar un acuerdo final hasta julio a fin de reducir la presión de las sanciones internacionales sobre su economía.

Un pequeño porcentaje de las sanciones se han levantado tras un acuerdo preliminar firmado en Ginebra el pasado Noviembre. Irán considera que podrá reactivar su economía este año si la mayoría de las sanciones son anuladas durante los próximos meses.

Israel también se preocupa por el creciente interés de negociantes del occidente y empresas extranjeras en reanudar los lazos económicos con Irán, desde que las sanciones fueron reducidas el año pasado.

Rice presentó a los funcionarios israelíes lo que los americanos consideran como importantes logros alcanzados en el acuerdo provisional: la disminución del enriquecimiento de uranio a un nivel del 20 por ciento, la reducción del inventario actual y el incremento de la supervisión internacional. Además, el gobierno de Obama considera factible que Irán haga una concesión respecto al funcionamiento del reactor en Arak.

Israel no se conmueve por estos acontecimientos, pues considera que Irán está dispuesto a sacrificar la producción de plutonio en Arak a fin de conservar sus logros relacionados con el uranio.

Los israelíes criticaron el hecho que no se discuta la fabricación de misiles balísticos de largo alcance y el extenso apoyo de actividades terroristas por parte de Irán.

En Israel, se piensa que EE.UU. no evitará que se firme el acuerdo por la continuación del programa de misiles.

Desde el punto de vista israelí, parece que el gobierno de EE.UU. trata de cumplir su palabra respecto a que Irán no producirá la bomba atómica antes de enero 2017, lo cual Israel considera como insuficiente. Irán no tendrá problema en cumplir con tal demanda, ya que el acuerdo final le permitirá rehabilitar su economía rápidamente, a fin de reanudar sus esfuerzos para producir una bomba nuclear y alcanzar su objetivo en un lapso de un año a 18 meses.

El acuerdo final reducirá al mínimo las posibilidades de un ataque israelí independiente contra los objetivos nucleares, debido a la esperada oposición de la comunidad internacional.

Por otra parte, la influencia de Irán en la región se ha fortalecido recientemente, ya que marca la pauta en la guerra civil en Siria y se encuentra involucrado en crisis de Afganistán, Iraq y Líbano. Cientos de combatientes de la Guardia Revolucionaria Iraní y expertos en inteligencia se encuentran en Siria permanentemente a fin de ayudar al régimen sirio.

Asimismo, Israel ha identificado una nueva influencia iraní en la Franja de Gaza, fortaleciendo sus lazos con el Jihad Islámico y fomentando su reconciliación con Hamas, tras la crisis en sus relaciones de dos años atrás.

Fuente: Amos Harel, Haaretz.