Arnoldo-Kraus

ARNOLDO KRAUS

Enlace Judío México | No hay quien no construya su Frankenstein. Algunos lo hacen inconscientemente —para sobrevivir a uno mismo—, otros lo hacen por necesidad —para llamar la atención—. Sin el personaje de Mary Shelley, Freud hubiese tenido menos trabajo y Prozac no generaría ganancias millonarias. Hay frankensteins pequeños y hay frankensteins grandes. El problema no es crearlos, el problema es controlarlos e impedir que éstos rebasen “sus límites” y se impongan sobre quienes les dieron vida.

La tecnología crece sin cesar. Sus maravillas, i.e., agua potable, telefonía inalámbrica, nuevas vacunas, cohabitan con destrozos, i.e., Hiroshima, contaminación ambiental. La tecnología no tiene límites y seguirá expandiéndose. El problema fundamental es impedir que nos devore y nos transforme en seres posthumanos.

Durante el XII Coloquio Nacional del Seminario de Cultura Mexicana (mayo 2014, Taxco de Alarcón), como parte de la mesa La ciencia hoy, esbocé algunas ideas al respecto. Enlisto las principales.

1. La tecnología ha irrumpido en el escenario filosófico. Junto a los viejos temas, como son la verdad, la libertad, la justicia, el ser y la historia, la tecnología se ha convertido en materia de estudio de la filosofía.

2. La tecnología es una ideología. Para el Poder explotarla y disfrazarla es indispensable. El disfraz evita que las mayorías se enteren de su imposición Su diseño, usufructo y límites se vinculan con las necesidades del Poder. La meta es evidente: Depender cada vez más de ella y organizar la vida pública alrededor de sus servicios.

3. Si la tecnología sigue creciendo en unas décadas sobrevendrá el posthumanismo; mediante el control tecnológico de su propia evolución biológica, el ser humano podrá disminuir o modificar sus limitaciones físicas e intelectuales

4. Los juicios morales pertenecen a los seres humanos. La tecnología carece de moralidad; es la forma como se usa la que le confiere la polaridad axiológica de “buena o mala”.

5. Los eticistas bregan por encontrar un equilibrio entre técnica y ética. El dilema es el siguiente: El conocimiento avanza sin cesar y seguramente carece de límites. Los científicos no siempre se preguntan si todo lo que investigan tiene sentido. Los eticistas cuestionan esa situación. Saben que el conocimiento y la tecnología pueden ser ilimitados, por eso proponen, cavilar antes de investigar, sobre los dilemas éticos que deben acompañar a la investigación y al uso de la tecnología.

6. Suscribo la idea de Einstein y la aplico a la tecnología: “Perfección de los medios y confusión de los fines”.

7. Grandes pensadores han advertido acerca de peligros de la tecnología. A mediados del siglo pasado Martin Heidegger y José Ortega y Gasset hablaban de la “era de la técnica”. Años después, Karl Jaspers acuñó, para referirse a las distancias entre médicos y enfermos, el término aparatización. Recientemente (1999), el filósofo Peter Sloterdijk, creó el término antropotécnicas, “técnicas aplicadas sobre la bestia humana, sobre el ‘material humano’, cuya meta es someter al individuo para incluirlo en el llamado proceso civilizador”.

8. La tecnología médica ha creado grandes aparatos —resonancias magnéticas funcionales— y penetrado los rincones íntimos de la célula. Esas conquistas han ahondado la falta de comunicación entre enfermos y médicos.

9. El abuso de algunas tecnologías —(in)comunicación vía mensajes, menús de servicios grabados en muchas empresas en lugar de voces vivas— deviene una relación inversamente proporcional entre avances tecnológicos y cultivo de relaciones humanas. ¿Serán las máquinas nuestras dueñas, nuestros amores? ¿Suplirán el encuentro de los cuerpos?

10. Etcétera… (se agotaron las ideas).

La tecnología no debe convertirse en Frankenstein. Dominarla implica utilizarla con sabiduría, restringir su uso, generar nuevas tecnologías sin dañar la esencia del ser humano, y, de ser posible, torcerle el brazo al Poder para distribuirla con “un poco” de justicia. La ética puede domeñar nuestro Frankenstein tecnológico e impedir que se convierta en un Prometeo Moderno.

*Médico

Fuente:eluniversalmas.com.mx