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Biniamín Ben Eliezer, uno de los dos candidatos favoritos a ocupar la presidencia, anunció su retirada de la campaña tras las sospechas de corrupción que condujeron a un interrogatorio por la policía bajo apercibimiento.
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Ben Eliezer, diputado laborista de una larga trayectoria en cinco gobiernos, decidió retirar su candidatura a sólo tres días de la elección en el Parlamento (Knéset).
“No he violado la ley”, aseguró el candidato de 78 años en un comunicado, en el que lanza la acusación de haber sido objeto de un “asesinato político”.
“He luchado toda mi vida y seguiré luchando hasta que la verdad salga a la luz”, asegura Ben Eliezer, interrogado por el presunto delito de haber recibido regalos por cientos de miles de shékels de un multimillonario hasta ahora desconocido para el gran público.
La policía sospecha que con ese y otros dineros recibidos de forma improcedente el político, que llegó a ser viceprimer ministro, financió su apartamento privado en un lujoso complejo de la localidad de Yafo (Jaffa), en el sur de Tel Aviv.
Ben Eliezer se queja de que las sospechas hayan surgido tan sólo cuatro días antes de la elección del jefe de Estado, el próximo 10 de junio, y de que la policía lo citara el viernes a interrogatorio con una alerta de “tan sólo veinte minutos”.
La presidencia, ocupada desde hace siete años por el nonagenario Shimón Peres, no tiene atribuciones ejecutivas, por lo que sus funciones son meramente representativas y protocolarias.
A las elecciones de este mes concurrían seis candidatos, de ellos cuatros políticos, un científico galardonado en 2011 con el premio Nobel de Química y una ex jueza de la Corte Suprema de Justicia.
Ben Eliezer era, junto con el ex presidente del Parlamento Rubi Rivlin, uno de los dos candidatos favoritos, ya que por su origen iraquí contaba con apoyos entre los ciudadanos de origen askenazí y sefardí, así como con los votos de muchos de los diputados árabes y ultra ortodoxos.
Su pasado como general -fue el primer gobernador militar de Cisjordania y Gaza- lo convertía asimismo en un candidato posible para muchos derechistas, sobre todo después de que el primer ministro, Biniamin Netanyahu, le negara en un principio su apoyo a Rivlin (del partido Likud) por razones personales, y luego se lo diera – tras no lograr encontrar un aspirante alternativo.
Fuente: EFE y Aurora
