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El internacionalista Mauricio Meschoulam, indicó que además del valor deportivo y social que se puede dar al fútbol, está “toda esta temática que tiene que ver con medios de comunicación, tiene que ver con muchos intereses económicos, o sea, cuánto vale la carta de ciertos jugadores, a veces son números que son verdaderamente impensables”.

Mauricio Meschoulam, especialista en temas internacionales, y profesor de la Universidad Iberoamericana precisó que la relación entre el fútbol y la política es un tema muy interesante a nivel internacional, principalmente en el marco del Mundial de Fútbol, Brasil 2014, y el escándalo de corrupción que rodea la designación de Qatar como sede del Mundial de 2022.

Entrevistado en el noticiero “Contraportada”, expuso que es necesario hacer una separación de lo que es el deporte en sí como herramienta e instrumento de entretenimiento y para la construcción de la paz, al utilizarse como actividad social en la implementación de condiciones pacíficas, pues el deporte canaliza ciertos impulsos, al tiempo que enseña a respetar determinadas reglas y propicia valores democráticos.

“Otra cosa muy distinta es este tipo de eventos como deporte espectáculo, porque esos ya se van a mezclar con toda otra serie de subsistemas que existen, sabemos que se mezclan temas desde la política internacional, hasta temas de política local, me parece que Brasil ha sido un ejemplo excelente de eso, porque no es casualidad que las manifestaciones más importantes, recuerdas hace un año, era la Copa Confederaciones precisamente y habían mayores de brasileños marchando en la calle, ahora mismo el mundial va a detonar protestas exhibiendo al resto del mundo, todo el mundo estábamos hablando de las protestas en Brasil, por lo tanto, todos entramos a esta temática interna y vemos si Dilma va a ser o no va a ser reelecta”, abundó.

Asimismo, refirió que muchos pensaban que las jornadas de protesta en contra del Mundial de Brasil serían mayores, primordialmente con lo ocurrido durante la realización de la Copa Confederaciones de 2013, cuando millones de personas salieron a las calles a manifestarse alrededor de este certamen deportivo.

Sin embargo, el especialista precisó que las cosas han cambiado notablemente en Brasil a lo largo de este año, pues el impacto original ha sido procesado por la clase política, que a su vez ha sido capaz de convencer a la ciudadanía de que está con ellos, brindándole a la presidente Dilma Rousseff adquirir un grado de popularidad importante que se manifestó a principios de 2014, mismo que se ha degradado ligeramente en fechas recientes.

Al ser cuestionado sobre si la corrupción que se ha destapado en FIFA, podría hacer pensar que los partidos también están arreglados, Mauricio Meschoulam dictó, “no necesariamente están arreglados los partidos obviamente, sabemos que eso ha ocurrido anteriormente en el fútbol, eso no es ningún secreto, no sería la primera vez que se arregla algo, pero sería difícil afirmar que en este momento estén arreglados. Lo que sí hay que entender es que a ese nivel el fútbol espectáculo no es, sino el resultado de otra serie de factores que se van a desenvolver en otro tipo de temas.”

En este sentido, añadió que además del valor deportivo y social que se puede dar al fútbol, está “toda esta temática que tiene que ver con medios de comunicación, tiene que ver con muchos intereses económicos, o sea, cuánto vale la carta de ciertos jugadores, a veces son números que son verdaderamente impensables en ese deporte y en muchos otros. Entonces es el deporte espectáculo lo que hay que analizar con otra lupa.”

Finalmente, descartó que el deporte pueda derribar regímenes, frenar guerras o solucionar problemas, pero refrendó que como instrumento puede ser empleado principalmente como un tema de raíz, para limar asperezas entre sociedades en conflicto, más no en los niveles más elevados.

Fuente:radioformula.com.mx