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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

La policía considera que el niño de 16 años pudo haber sido asesinado por judíos o palestinos nacionalistas; estos últimos no tienen la menor duda.

La policía y el Servicio de Seguridad Israelí no han descifrado el asesinato del Muhammad Abu Kheider asesinado en Jerusalén. Cabe la posibilidad que el crimen haya sido cometido por una célula de terror israelí en respuesta al asesinato de los tres chicos israelíes en Cisjordania o por palestinos. Dicha cautela se basa en la falta de información, pero también es producto del temor a cometer errores en estos tiempos tan vulnerables, particularmente cuando la policía se ha convertido en el saco de boxeo de los medios de comunicación, tras fracasar en el caso de la llamada telefónica realizada por Gilad Shaer desde el lugar del secuestro.

La falta de claridad resulta menos interesante para los palestinos. La familia del niño asesinado no tiene la menor duda, al igual que los residentes del barrio Shuafat en Jerusalén. El preciso momento del crimen crea en ellos un enlace entre el hallazgo de los cadáveres de los chicos secuestrados y los cientos de personas que incitaron los disturbios violentos contra palestinos tras el entierro de los jóvenes israelíes. Los habitantes de Shuafat no necesitan pruebas que el asesinato fue un acto de venganza.

Conforme transcurren las horas, el caos se enfoca principalmente en Shuafat, mientras que en Cisjordania, las noticias caen en oídos sordos por estar sumergidos en el mes de Ramadán. La violencia actual en Shuafat es de las más severas que se han visto en los últimos años, produciendo una respuesta parecida por parte de la policía. Los rezos del Ramadán seguramente serán conducidos bajo este marco de tensión en el Monte del Templo este viernes. Mediante canales de cooperación de seguridad, las autoridades israelíes y palestinas tratan de tranquilizar el ambiente con la esperanza de disipar la violencia tras este reciente asesinato. Es demasiado temprano para saber se estas esperanzas se concretarán.

La familia de la víctima está inconforme con el manejo del incidente por parte de la policía. Aparentemente, las organizaciones de seguridad israelíes deben escuchar el llamado del Primer Ministro Benjamín Netanyahu para identificar a los asesinos los más pronto posible. Finalmente, es esencial que el crimen no se vincule con los secuestrados israelíes, pero es aún más importante si se descubre que éste fue un acto de terrorismo judío. Si sucede esto último, el mal manejo de los acontecimientos por parte de las autoridades sólo incrementará la furia de los palestinos en Jerusalén.

El hallazgo de los cadáveres de los chicos produjo una ola de manifestaciones y demandas de venganza por parte de la derecha política. Como de costumbre, un pequeño grupo ultra-derechista, seguidores del rabino Kahana son los que dirigen la acción popular. El grupo ha logrado mantenerse en pie durante veinte años a pesar de sus incitaciones a la violencia. De manera menos pública, muchos ministros y parlamentarios de derecha echan leña al fuego, quejándose contra la incapacidad de acción del gobierno ante los asesinatos de los tres chicos.

El gabinete de seguridad se ha reunido varias veces para definir la reacción de Israel. Los ministros Naftali Bennett, Avigdor Liberman y Gilad Erdan han presionado para que se tomen medidas drásticas. Por otra parte, Moshe Yaalon, Yair lapid y Tzipi Livni representan una postura más moderada. Bajo presión de los colonos, es muy probable que se apruebe la construcción masiva de miles de unidades ambientales en los asentamientos, particularmente en el bloque de Gush Etzion. El gabinete aún tiene que decidir respecto a la magnitud de la respuesta militar – si el ejercito de defensa continuará enfocando sus esfuerzos en la red e infraestructura de Hamas en Cisjordania o además, extenderá sus operaciones en la Franja de Gaza.

Líderes de las fuerzas de seguridad israelíes han recomendado actuar con moderación en la Franja a fin de evitar un conflicto prolongado contra Hamas en Gaza. Como de costumbre, existen tres opciones de ataque. Una opción es enfocarse en los centros de comando, las oficinas e infraestructura de almacenamiento de las organizaciones terroristas, a fin de hacer ruido y evitar bajas humanas. La segunda sería atacar la producción y centros de almacenamiento de cohetes de mediano alcance en posesión de Hamas y la Jihad Islámica. La tercera corresponde a asesinatos selectivos de altos dirigentes de las organizaciones terroristas.

Los ministros del Likud y Habayit Hayehudí optan por adoptar medidas más drásticas y agresivas. Sin embargo, Netanyahu sabe que las dos últimas opciones conducirían a un conflicto prolongado con Hamas, donde el centro de Israel se vería afectado por el lanzamiento de cohetes. Netanyahu tendrá que decidir si una retórica rígida con medidas demostrativas mas limitadas satisfacen las demandas de tomar venganza.

La continua presión pública y política sobre Netanyahu conducirá a ataques mayores contra Gaza y a un conflicto de gran escala ante Hamas. Esta es precisamente la trampa en la que muchos líderes tienden a caer sin saber salir de ella a tiempo. Durante la Operación Pilar de Defensa en noviembre de 2012, el último conflicto armado contra Hamas, Netanyahu actuó cautelosamente evitando operaciones terrestres, a pesar de que muchos ministros de su gobierno exigían que se tomaran medidas más drásticas.

Según los informes de inteligencia presentados ante el gabinete y confirmados la noche del miércoles por Jaled Meshal, Hamas no está interesado en un conflicto armado en Gaza y prefiere acatar los términos acordados tras la última operación. El fuego de cohetes de Hamas a principios de la semana, por el cual no asumió responsabilidad, fue en represalia por la muerte accidental de un miembro de Hamas durante un ataque aéreo israelí. Hasta recientemente, Hamas restringió el lanzamiento de sus cohetes contra Israel y ha evitado que otros grupos terroristas lo hagan. Por lo pronto, ahora que Meshal se encuentra en Qatar, espera al igual que otros líderes de Hamas en Gaza que se contengan lo suficiente para evitar una respuesta drástica por parte de Israel. Mientras tanto, el ejercito de defensa israelí concentra fuerzas terrestres alrededor de la Franja de Gaza al tiempo que se incrementa el lanzamiento de cohetes contra la población israelí.

Fuente: Amos Harel, Haaretz.