DAVID MANDEL
El primer discurso internacional que Obama dio, algunas semanas después de asumir la presidencia de los Estados Unidos, fue en Egipto, en la Universidad del Cairo, el 4 de junio del 2009, demostrando en esa forma que daba prioridad a las relaciones de su país con los países árabes e islámicos. En su discurso expresó que consideraba al problema israelí-palestino como el más grave, el más importante y el más urgente de todos los problemas de esa región, y posiblemente del mundo entero. Resolverlo ayudaría a solucionar todos los otros problemas mundiales.
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La principal cualificación que le permitía a Obama resolver durante su presidencia un conflicto que ya dura 100 años, era, como el presidente dijo en su discurso, “haber vivido durante su niñez varios años en Indonesia y escuchar cada madrugada y cada anochecer el azaan”, la llamada a los fieles para que vengan a rezar.
Si Obama creía, y tal vez sigue creyendo, que es suficiente haber escuchado durante su niñez al muezzin llamar a los fieles al rezo, para poder alardear de ser un experto en Islam, entendedor de su mentalidad, y conocedor de su historia pasada y moderna, su enorme ingenuidad sólo es igualada por su profunda ignorancia.
Por sus frutos los conoceréis dice el Nuevo Testamento, (Mateo 7:16). Cinco años después del discurso histórico de Obama en el Cairo, en el cual ofreció renovada amistad a los islámicos, sus frutos son los siguientes:
Libia
Es un caos de tribus que pelean unos contra otros. Los terroristas asesinaron al embajador de los Estados Unidos, y el gobierno americano, en vez de culpar a los extremistas islámicos y tomar medidas contra ellos, culpó a una estúpida película que ridiculizaba al Profeta Mahoma, y encarcelaron al productor.
Egipto
Está nuevamente gobernado por una dictadura militar, más enérgica, más drástica, más totalitaria, que el gobierno de Mubarak. Han encarcelado a cientos de opositores, condenado a muerte a decenas, y encarcelado a periodistas.
Siria
Obama dio una muestra de su ineficacia al amenazar a Assad con serias medidas si cruzaba la línea roja de usar armas químicas contra su propio pueblo. Assad las cruzó (y las sigue cruzando aunque en menor medida) sin que Obama haga algo al respecto. Mientras tanto, ya han muerto más de 160,000 sirios y hay millones de refugiados.
Irak
Los americanos gastaron 26,000 millones de dólares entrenando y equipando al ejército iraquí. El resultado de esa inversión se está viendo ahora: los soldados iraquíes, tan pronto se les enfrentó una milicia terrorista relacionada a Al Qaeda, tiraron sus armas al suelo, se quitaron los uniformes, y escaparon. Su grito de batalla fue “¡Sálvese quien pueda!” Los islámicos conquistaron la importante ciudad de Mosul, y hoy Irak está dividido en tres sectores, uno dominado por Al Qaeda, otro por los shiitas, y el tercero por un semi independiente Estado kurdo.
Irán
Los ayatolas juegan con Obama como el gato con el ratón y cada día se aproximan más a su objetivo de armarse con bombas nucleares, mientras Obama y su Secretario de Estado John Kerry se limitan a hablar y hablar.
Palestina
Obama forzó a Israel en noviembre del 2009 a congelar toda construcción en los territorios bajo disputa en la Cisjordania para convencer a los palestinos a que se sienten a negociar. Los palestinos no se dejaron convencer y el resultado de los diez meses de congelamiento fue cero. En julio del 2013 Kerry forzó a Israel a prometer la liberación de 104 terroristas palestinos juzgados y condenados por diversos crímenes, a cambio de que los palestinos accedan a negociar durante nueve meses. Los palestinos se limitaron a exigir más y más precondiciones para iniciar las negociaciones, e Israel, viendo que era simplemente una farsa para conseguir la liberación de los terroristas, y que el plazo de nueve meses para las negociaciones llegaba a su fin con resultados nulos, se negó a liberar el último grupo de 26 terroristas. La Autoridad Palestina reaccionó reconciliándose con Hamás y formando un gobierno unitario, bajo el cual Hamás continúa disparando cohetes a poblaciones civiles israelíes.
