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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Me siento indignada, como todos los israelíes, como toda la gente civilizada por la violencia que ustedes, terroristas judíos perpetraron en contra de un niño árabe, Mohammed Abu Khdeir – no hay justificación para su acto bárbaro. También estamos indignados por el daño que han causado al alma judía. En 2001, Koby, mi hijo de 13 años y su amigo Yosef Ish Ran fueron brutalmente asesinados por terroristas árabes, y yo siempre hablo de cómo el pueblo judío persigue la justicia, pero deja la venganza a D-s. Lo que nos distingue de nuestros enemigos es nuestro amor por la vida, nuestra apreciación por lo bueno. Nosotros los judíos, no somos un pueblo que busca venganza. Mi madre siempre me decía que la mejor venganza es la buena vida, y yo siempre he seguido sus enseñanzas, al no permitir que el asesinato de mi hijo  nos llene de furia y venganza, a mi, a mi familia o a mis hijos.

Al escuchar que los tres estudiantes de la yeshiva, Naftalí, Eyal y Gilad fueron asesinados, reconozco que sentí furia y enojo. Esas son emociones legítimas cuando jóvenes de tu comunidad son secuestrados y asesinados. Pero el judaísmo elige la vida, no la muerte. Busca la justicia, no la venganza. Justicia no es el quemar vivo a otro ser inocente. Justicia es permitirle al gobierno que encuentre a los asesinos y los castigue. Me interesa cómo el mundo nos ve en Israel, pero me preocupa aún más lo que decimos y pensamos sobre nosotros mismos. ¿Qué confianza podemos tener en nuestra propia sociedad ahora que ustedes han debilitado nuestra integridad? Somos culpables de cometer un acto abominable y depravado.

Yo rezo por que éste sea un incidente aislado. Rezo por que los perpetradores sean castigados, pues no podemos permitir debilitarnos por la venganza que vemos en los extremistas que rodean nuestra nación. Demasiadas veces hemos leído sobre las madres árabes de asesinos, quienes afirman estar satisfechas del crimen cometido por su hijo. No debemos permitirnos pensar o hablar de esa manera. Sabemos que Rachel Frenkel llamó a la familia Abu Khdeir, al igual que Netanyahu, quien ofreció sus condolencias y prometió encontrar a los homicidas. Lo que importa ahora es que les digamos a nuestros niños que el extremismo nacionalista judío es de las peores cosas que pueden suceder a nuestra nación.

Sherri Mandell es co-directora de la Fundación Koby Mandell que realiza programas para familias que han perdido un ser querido.

Fuente: Sherri Mandell, The Times of Israel.