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Las fuerzas de defensa israelíes pueden entrar a Gaza prácticamente en cualquier momento. Varios equipos de brigadas de combate están actualmente desplegados alrededor de la frontera con Gaza: batallones de infantería, tanques, ingenieros, vehículos blindados de transporte de tropas y equipo logístico para su mantenimiento.

Los planes operativos están listos desde la semana pasada, autorizados por el Jefe de Estado Mayor Benny Gantz. Cada día que pase habrá más armamento, más oficiales familiarizados con sus mapas y con la inteligencia. Sin embargo, la casi total disposición operativa se une a un lánguido escepticismo.

Nadie tiene idea de cuando se dará la orden. La última operación finalizó sin una operación terrestre. Las fuerzas reservistas fueron llamadas y desplegadas, se logró un cese al fuego y todos volvieron a casa. Esta vez, el cese al fuego parece todavía lejano y la posibilidad de una incursión es factible de nuevo.

Por momentos, la orden parece inevitable, una situación sin salida que no deja otra alternativa. Tomando en cuenta los muchos factores, desventajas y posibles riesgos esta opción parece cada vez más lejana.

Razones para proceder a una operación terrestre

  1. No habrá otra manera de eliminar los misiles

    Según las fuerzas de inteligencia, sólo un veinte por ciento de los cohetes en manos de Hamas y la Jihad Islámica se ha destruido o utilizado. Los ataques masivos de la fuerza aérea no han eliminado la capacidad de los palestinos de lanzar cohetes contra zonas más densamente pobladas de Israel. La única manera de destruir los cohetes en depósitos subterráneos reforzados es mediante una ofensiva terrestre.

  2. Presión política sobre el primer ministro

    Netanyahu y Yaalon no son muy partidarios de dar la orden de entrada a las tropas. Sin embargo, muchos de sus colegas del gabinete, empezando por el Ministro Avigdor Liberman, compiten entre ellos para que se ejerza mayor fuerza sobre Hamas. Ambos líderes son los que absorberán las críticas respecto a lo que vaya a suceder, pero lo peor para un político es ser percibido como ¨un débil frente al terror.¨

  3. No hay otra alternativa

    La campaña aérea no está consiguiendo el efecto deseado y el número de objetivos que pueden ser atacados por aire sin provocar daños colaterales se está agotando. Si no se logra el cese al fuego pronto, un ataque terrestre puede ser la única opción restante.

  4. El público respalda la operación terrestre

    Encuestas realizadas durante los últimos días muestran un apoyo tajante del público para incursionar en Gaza. Claro que esto es un reflejo temporario de la tendencia del público, que puede cambiar en el momento en que se produzcan bajas. Sin embargo, es difícil ignorar el efecto que tienen las voces en los medios de comunicación y las redes sociales sobre los líderes.

  5. Restaurar la capacidad de disuasión de Israel

    Si se logra un cese al fuego ahora, las organizaciones palestinas pueden afirmar que han resistido el ataque israelí y continuar su lucha a la vez que los misiles siguen cayendo. Algunos comandantes militares apoyan la única ofensiva que puede opacar esta narrativa.

    A pesar de estos argumentos y la aparente preparación de las fuerzas terrestres, la orden aún no se ha dado y existen pocas posibilidades de que ésta se implemente.

Razones para evitar una invasión terrestre

  1. Temor de ofrecer blancos a Hamas

    Actualmente, los objetivos a los que dispara Hamas se encuentran protegidos por estructuras reforzadas o por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro, permitiendo mínimas bajas israelíes hasta ahora. Grandes fuerzas del ejercito en Gaza serán nuevos blancos en el territorio de Hamas. Esto también arriesga el secuestro de un soldado vivo.

  2. Mayor índice de muertos en Gaza

    El ya elevado índice de muertos en los primeros días de la operación se incrementará aún más en una ofensiva terrestre, donde se utiliza fuego de artillería menos preciso para cubrir el avance de las tropas. Los aviones de combate funcionan bajo estricto control de la comandancia general de la fuerza aérea. En tierra, el oficial o sargento es responsable de su sector y los civiles involucrados. Por lo tanto, el potencial de que algo salga mal con consecuencias desastrosas es exponencialmente mayor.

  3. Cese al fuego más complejo

    Ahora, el cese al fuego es más sencillo de implementar. El avión deja de lanzar misiles con una orden. En cambio, con miles de soldados y cientos de vehículos blindados dentro de Gaza esta tarea es mucho más complicada, mientras que cada unidad móvil tendrá que seguir protegiéndose hasta que se llega a un acuerdo y se retiran las fuerzas.

  4. Responsabilidad por la población de Gaza

    Lo último que Israel desea es volver a ocupar Gaza y preocuparse por el bienestar de 1.7 millones de civiles. Mediante una invasión terrestre se corre el riesgo de derribar la infraestructura local y de estancarse al recoger los restos.

  5. Netanyahu no toma riesgos

    En un lapso de tres años, Ehud Olmert libró dos grandes ofensivas en Líbano y Gaza, más un ataque contra el reactor nuclear de Siria. En sus tres cadencias como primer ministro, Benjamín Netanyahu ha sido cauteloso por naturaleza (traduciéndose en un estancamiento dentro del campo de la diplomacia). En última instancia, esta es su decisión y por ahora, su trayectoria y carácter son la mejor garantía en contra de una gran ofensiva terrestre.

Fuente: Anshel Pfeffer, Haaretz.