AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

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“Lo que pedimos es el cese al fuego” dijo una mujer con la cabeza cubierta con una Kafía, (ver video) que dijo haber sido convocada mediante redes sociales, a la manifestación pro palestina que reunió, el sábado pasado, 12 de julio, a cerca de 15 personas junto a la Embajada de Israel.

Su deseo se hizo realidad el martes 15 de julio, pues Israel aceptó el cese al fuego mediado por Egipto y que no dictaba condiciones siquiera, lo cual atrajo muchas protestas en el Parlamento israelí y de la población en general, cuya vida ha sido puesta en suspenso por los ataques de cohetes a lo largo y ancho de Israel.

Éste fue el plan del alto al fuego:

Debido a la responsabilidad histórica de Egipto y con la creencia en la importancia de lograr la paz en la región, proteger las vidas de inocentes y poner fin al derramamiento de sangre, Egipto pide a Israel y a todas las facciones palestinas que decreten un alto el fuego inmediato. (…) Durante el periodo de tregua, ambas partes se someterán a lo siguiente:

• Israel cesará todas las hostilidades contra la Franja de Gaza por tierra, mar y aire y se comprometerá a abstenerse de realizar incursiones terrestres en Gaza y lanzar ataques contra civiles.
• Todas las facciones palestinas en Gaza deben cesar todas las hostilidades desde la Franja de Gaza contra Israel por tierra, mar, aire y bajo tierra y se comprometerán a abstenerse de disparar todo tipo de cohetes y lanzar ataques a lo largo de la frontera o contra civiles.
• Se abrirán los cruces y se facilitará el movimiento de personas y mercancías a través de los pasos fronterizos una vez que la situación de seguridad se estabilice.
• Otros asuntos, incluidas las cuestiones de seguridad, deberán ser discutidos con ambas partes.

Sin embargo, Hamas rechazó el cese al fuego este día y lo sigue rechazando hoy. La propuesta de tregua que se ha publicado “es un chiste que ayuda a los israelíes”, afirma el dirigente de Hamas, Ossama Hamdan en una entrevista en la CNN. El brazo armado de Hamas, el principal órgano de esta facción, es rotundo: “Si la propuesta de tregua es tal y como se ha publicado, se trata de una rendición. Nosotros aumentaremos la guerra contra nuestro enemigo”. Siguió a eso una andanada de disparos de cohetes durante las seis horas de duración del alto al fuego, uno de los cuales logró la primera víctima fatal israelí de esta fase del conflicto.

Hoy, una nueva tregua humanitaria de dos horas, pedida por la Cruz Roja, fue aceptada por Israel pero puntuada por tiros contra soldados israelíes- y alargada una hora más.

John Kerry reconoció que Hamas está «obstinadamente» negándose a la oferta de alto el fuego. Culpó a Hamas por la continuación del conflicto en Gaza:

“Se ofreció un alto el fuego y Hamas se ha negado a aceptarlo”, dijo hoy Kerry a la cadena de televisión ABC.

La manifestación

En una plática amistosa con nuestra reportera, en la que Enlace Judío expuso algunos argumentos a favor de la defensa de Israel, la manifestante aceptó incluir entre sus reclamos una petición para que Hamas dejara de lanzar cohetes contra la población israelí: “Bueno, ante tanta insistencia, pido que Hamas deje de lanzar cohetes”.

Lo que destacó en esta manifestación fue la buena voluntad de un grupo ante lo que se percibe en México, debido a algunos medios tendenciosos, como una agresión de Israel hacia los civiles palestinos- y no un acto de legítima defensa.

Un hombre de edad recalcó que su propósito principal era la paz en el Medio Oriente, insistiendo en el esfuerzo que costó, del punto de vista económico, la hechura de la bandera palestina que llevaban y que , por cierto al revés, en esta manifestación.

Por desgracia, los manifestantes ignoraban un hecho básico: Hamás no acepta la misma existencia del Estado de Israel.

La Carta Magna de Hamas, emitida el 18 de agosto de 1988, identifica a Hamas como la Hermandad Musulmana en Palestina y declara: “Nuestra lucha contra los judíos es muy grande y muy grave” y pide la eventual creación de un estado islámico en Palestina, en lugar de Israel y los territorios palestinos, y la destrucción o disolución de Israel. La carta también afirma que Hamas es humanista y tolerante con otras religiones, siempre y cuando “no ponene en duda la soberanía del islam en esta región. La Carta añade que “renunciando a cualquier parte de Palestina, se renuncia a parte de la religión “del islam.

En 2010 el líder de Hamas Khaled Meshaal dijo que la Carta es “un pedazo de nuestra historia y ya no es relevante, pero no se puede cambiar por razones internas”.

Los manifestantes seguían con la idea del palestino con la piedra, enfrentándose con un tanque israelí, una poderosa imagen que se usa desde el inicio del conflicto israelí palestino, pero no obedece a la realidad de lo que está ocurriendo. El ejército de Israel recurre a las armas para defender a sus ciudadanos de los ataques indiscriminados con cohetes y morteros lanzados desde Gaza, mientras que los terroristas de Hamas utilizan a la población palestina como escudo humano para proteger sus arsenales. Los activistas yihadistas golpean y se esconden entre los habitantes de la Franja y, cuando los israelíes devuelven la agresión, exhiben los cadáveres de los civiles como víctimas de un ataque injustificado de sus enemigos.

La táctica empleada por los terroristas se basa en el hostigamiento constante. Para ello, cuentan con una extensa red de túneles subterráneos, que utilizan para realizar incursiones relámpago, en las que atacar objetivos israelíes o secuestrar soldados judíos, y regresar rápidamente a sus escondites en espera de respuesta a la provocación.

Según publica The Washington Post, el entramado subterráneo de Hamás para conectar la Franja de Gaza con Israel es fruto de una inversión de más de 10 millones de dólares y 800 toneladas de cemento, en una obra que ha llevado dos años de trabajo. Mientras los habitantes de Gaza sobreviven en la pobreza -la renta per cápita en la Franja es de 1.165 $, frente a 30.740 $ en España, 54.609 $ en EE.UU., o 106.110 $ en Catar-, los líderes de Hamas destinan más de un millón de dólares para excavar y mantener cada una de las galerías.