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ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Ante una decreciente popularidad, la organización terrorista tiene dos opciones: perpetrar un ataque de gran escala o negociar un cese al fuego de largo plazo.

Israel retirará sus tropas de la Franja de Gaza luego de neutralizar de los túneles que conducen a Israel. Sin embargo, las FDI no se retirarán de Gaza totalmente, dejarán las áreas pobladas pero se desplegarán en una zona angosta de la franja dentro de territorio palestino.

En los ojos del público palestino, esta decisión otorga a Hamas cierta legitimidad para continuar sus ataques contra las tropas israelíes. Pero eventualmente las FDI se retirarán de esta zona totalmente y la organización islamista se enfrentará a un dilema – ¿qué deberá hacer ahora?

Por un lado, el público en Gaza cada día presiona más a Hamas para que cese el fuego. La destrucción en Gaza no tiene precedentes. El alto número de victimas , heridos y refugiados, las casas destruidas. Gaza se ha convertido en un lugar desastroso, su población anhela unos pocos días de silencio y rehabilitación.

En los ojos del público de Gaza, cuando las FDI se retiren de toda la Franja de Gaza, Hamas perderá la legitimidad de continuar atacando. Probablemente, la organización seguirá lanzando cohetes y declarando victoria hasta que se establezca un alto al fuego no declarado.

Por otro lado, un cese total de los enfrentamientos sin alcanzar un acuerdo que incluya el levantamiento del bloqueo en la franja será percibido como derrota para Hamas. La organización ha presentado seis demandas para el alto al fuego: la liberación de los prisioneros que fueron puestos en libertad en 2011 en el acuerdo de intercambio para liberar a Gilad Shalit y recientemente fueron detenidos en Cisjordania; el establecimiento de un puerto, la extensión de una zona de pesca, la apertura de los cruces fronterizos, incluyendo el cruce de Rafah en la frontera con Egipto; pago de salarios. Con el tiempo, estas demandas han disminuido. Mohammad Deif, líder de la facción militar de Hamas declaró la semana pasada que la organización no aceptaría un cese al fuego antes de que ¨se detenga la agresión y se levante el bloqueo.¨ Estas son dos demandas ambiguas, además de que Deif no mencionó la liberación de prisioneros y el establecimiento del puerto. Así, esta ronda de hostilidades está por concluir sin que Israel y Egipto acepten siquiera una de las demandas de la organización. Hamas será humillado.

El público palestino en busca de silencio se preguntará por qué el grupo islamista llevó a Gaza a las ruinas sin razón alguna, sin resultados para la población. Hamas está consciente de esto y por consiguiente es factible que: continúe lanzando cohetes mientras pueda, a pesar de la inevitable respuesta israelí; que siga intentando llevar a cabo un ataque de gran escala a través de túneles que posiblemente no hayan sido identificados. Un ataque de este tipo seguramente produciría una respuesta severa, posiblemente otra incursión terrestre donde una vez más la población de Gaza pague el precio.

La guerra en Gaza y en gran medida el asesinato de los tres jóvenes israelíes de unas semanas antes forman parte del objetivo principal: la campaña para salvar a Gaza. La organización islamista perpetró el secuestro y asesinato de los tres adolescentes e inició la escalada de violencia en Gaza para evitar su colapso económico en la franja y seguir siendo relevante en Gaza y Cisjordania. Estas acciones nacieron de la crisis en la que se encuentra Hamas debido a que Egipto clausuró los túneles a Gaza, su pérdida de popularidad entre los palestinos y la reconciliación con Fatah, conduciendo a la crisis de salarios.

Sin embargo, a medida de que se aproxima el final de la ofensiva terrestre de las FDI, estos problemas no han tenido solución. El apoyo público adquirido por Hamas al atacar a Israel se desvanece a medida de que las FDI se retiran de la Franja de Gaza.

Fuente: Avi Issacharoff, The Times of Israel.