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Cuando el Teniente Eitan se dio cuenta que su compañero Hadar Goldin había sido secuestrado y jalado dentro de un túnel subterráneo en Rafah durante la tregua del viernes pasado, tomó a sus soldados y brincó dentro del túnel para perseguir a los secuestradores y tratar de salvar a Hadar.
Los soldados encabezados por Eitan penetraron en un laberinto de túneles de viente metros bajo tierra. Ahí mismo encontraron objetos personales e indicios que permitieron a las IDF determinar con certeza que Hadar no había sobrevivido el ataque. Eitan y sus soldados buscaron a su compañero a lo largo de cientos metros de profundidad.
El Teniente Eitan de 24 años de edad es sub-comandante en la reconocida unidad Pulsar de Givati. Nació en Jerusalem donde estudió en la Yeshiva de Horev. Es el hijo menor de Simja y Susan, quienes inmigraron de Nueva York en 1985.
Eitan fue recomendado por sus comandantes para recibir una medalla por sus acciones.
En una entrevista para Galei Tzahal (estación de radio oficial de las FDI), Susan comenta sobre los acontecimientos y comparte su preocupación de tener a un hijo en el frente.
¨El viernes decidimos alejarnos de las noticias por unas horas y salimos con nuestros nietos a respirar aire. Por la tarde, entramos a una cafetería y las noticias anunciaban que había sucedido un incidente en Rafah. No sabía dónde se encontraba Eitan pero tuve un mal presentimiento, sabía que algo había sucedido. No es fácil ser madre en tiempos de guerra. Se desarrollan una serie de hábitos extraños, por momentos me veo llorando.¨
Susan no escuchó sobre lo que había hecho su hijo hasta la noche del sábado, pues la familia guarda Shabat. ¨No sabíamos nada. Al terminar Shabat, recibimos una serie de mensajes preguntando si el incidente está relacionado con mi hijo. Poco más tarde, Eitan llamó y mi esposo trató de sacar algo de información. Él dijo que se encontraba bien y que próximamente escucharemos sobre el incidente. Dudé el comentar sobre lo sucedido por la radio porque temí que le molestara que hablen de él,¨ exclamó.
¨Deseo enviar mis profundas condolencias a las familias. Yo sé lo mucho que Eitan aprecia a todos sus soldados y a los compañeros que perdió en batalla,¨ agregó Susan.
A pregunta expresa, la madre dijo que espera con ansias el regreso de su hijo. ¨Lo comenté con mi hija y decidimos que al llegar, primero lo abrazaremos pero después le daremos una cachetada : ‘¿Qué pensabas? ¿Cómo te atreviste a hacer tal cosa?’¨ bromearon. ¨Pero no diré nada, sólo un abrazo.¨
Fuente: Galei Tzahal y Jewish Press.
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