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La prolongada escalada de violencia que paraliza el sur de Israel puede producir una segunda ofensiva terrestre de gran escala contra el régimen de Hamas.
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Tras el impacto inicial marcado por la ejecución de los tres altos comandantes de Hamas (y el desconocido destino del Jefe de la facción militar Mohammad Deif), Hamas atacó incesantemente el sur de Israel durante el fin de semana con intensas oleadas de cohetes y morteros. Esta vez los resultados fueron fatales. Daniel Tragerman de cuatro años murió en el Kibutz Najal Oz por fragmentos de mortero. Netanel Maman, un soldado en licencia resultó críticamente herido por residuos de cohete en Gan Yavne.
Hamas intensifica sus ataques contra zonas fronterizas donde la población cuenta con escasos segundos para buscar refugio, mientras que los morteros y cohetes de corto alcance son sólo parcialmente interceptados.
Hamas aún cuenta con un gran arsenal de estos cohetes y morteros, pues los de mayor alcance son más limitados. En un principio, la organización lanzó cohetes de largo alcance contra Tel Aviv y sus alrededores con más frecuencia. Actualmente, los utiliza escasamente a fin de conservarlos. Actualmente el daño al centro de Israel es mínimo.
Las alternativas de rearme se encuentran bloqueadas por Egipto y aparentemente, la mayoría de las líneas de producción de cohetes han sido destruidas por aire. Un análisis de los ataques indica que el disparo de cohetes se maneja de acuerdo a un plan predeterminado. Cada comandante local planea cuantos lanzar, hacía qué dirección y a qué hora del día. Este método descentralizado permite que Hamas continúe disparando bajo intensa presión de las IDF. Por consiguiente, los ataques se reanudaron pocas horas después de las ejecuciones de sus líderes el jueves, mientras que los comandantes de Hamas buscaban refugio.
Los intensos ataques contra la población israelí y la muerte del menor han provocado grandes evacuaciones del sur, particularmente de mujeres y niños. Probablemente las autoridades deberían de haber tomado estas medidas previamente.
Mientras tanto, las FDI reforzaron sus ataques aéreos, avisando a los residentes de Gaza que desalojen toda vivienda que se encuentra cerca de los blancos que serán atacados, en un intento más de salvar a civiles y diferenciar entre los líderes de Hamas y la población local.
La campaña de ejecuciones ha puesto a los líderes de la organización en aprietos. Esto se refleja en la gran cantidad de asesinatos de colaboradores sospechosos, culminando en la matanza de siete personas fuera de una mezquita al finalizar los rezos el pasado viernes. Estas medidas son contraproducentes para Hamas en el campo de la opinión pública internacional, permitiendo que Israel compare al grupo terrorista con el Estado Islámico. Sin embargo, Hamas está más preocupado por su frente interno.
Resulta altamente improbable que las victimas de asesinato tuvieran alguna conexión con las agencias de inteligencia israelíes, particularmente en cuanto a la localización de los comandantes ejecutados. Estas medidas representan un desafío público de la política de Hamas en Gaza, con el mensaje que todo aquel que ayuda a Israel o se opone a la organización arriesga su vida. Esto es un indicio de pánico y corrobora las suposiciones que la facción militar funciona sin su líder supremo. Tras no recibir señales de vida de Deif, se refuerza la posibilidad de que halla sido liquidado por Israel.
La cuestión ahora es si las dificultades militares pueden trasladarse al marco político. Mahmoud Abbas, líder de la Autoridad Palestina ha vuelto a ser relevante, tras sus viajes a Qatar y el Cairo. En Qatar, sostuvo una reunión tensa con el líder político de Hamas Jaled Mashaal. Abbas y su gente se adhieren a la propuesta egipcia, con la esperanza de que si las fuerzas de seguridad de la AP asumen funciones en Gaza y Hamas es obligado a ceder, el Presidente de la Autoridad Palestina será percibido como el salvador de los habitantes de Gaza. Egipto ha sugerido que ambas partes reanuden las conversaciones luego de declarar un cese al fuego ilimitado. Aparentemente, Israel está dispuesto a garantizar que la primera iniciativa diplomática del Presidente al-Sissi tenga éxito.
Esta confrontación requiere de paciencia y firmeza. Hamas está involucrado en esta guerra por falta de alternativas, arrinconado por el bloqueo egipcio-israelí que destruyó su economía. Después de todo lo que ha sacrificado, la población de Gaza no cederá a la presión fácilmente. Por ahora, Hamas se consuela con interrumpir la vida diaria de la población israelí, posponiendo la temporada de fútbol y principalmente poniendo en duda el inicio del año escolar. Sin embargo, la organización islamista aún busca un logro más significativo como es el secuestro de un soldado mediante un túnel que altere aún más el equilibrio.
La Operación Margen Protector se asemeja a una guerra de desgaste y una tercera intifada en Cisjordania que aún no ha brotado. Mientras es posible que Hamas vuelva a las negociaciones indirectas en el Cairo, la prolongada escalada de violencia que paraliza al sur de Israel puede obligar a las FDI a iniciar una segunda operación terrestre en Gaza contra el régimen de Hamas.
#ConflictoIsraelHamas
Fuente: Amos Harel, Haaretz.
