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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Marwan Qawasmeh y Amer Abu Aisheh, los presuntos secuestradores y asesinos de tres adolescentes israelíes en Cisjordania en junio, lograron cambiar su escondite sin ser detectados cinco días después del secuestro, a pesar de la presencia de grandes fuerzas militares en la zona, de acuerdo con una acusación que presentó al tribunal un militar la semana pasada.

El servicio de seguridad de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la Shin Bet siguen buscando a los dos sospechosos. Su captura es un objetivo importante del Comando Central de las FDI, tanto con el fin de llevarlos ante la justicia y como por la preocupación de que ataquen de nuevo. Otras personas involucradas en el secuestro fueron detenidas. Estos procedimientos, en audiencia pública, arrojaron algo de luz sobre el secuestro.

A pesar de que al principio las FDI pensaron que los secuestradores eran profesionales que no habían dejado ningún rastro, la investigación muestra que eran aficionados que tuvieron muchos errores.

Tras la detención de Hussam Qawasmeh, quien supuestamente organizó y financió el secuestro, los funcionarios de seguridad se enteraron de que los secuestradores tenían la intención de matar a los adolescentes todo el tiempo. Una parcela de tierra había sido comprada y Hussam, junto con Abu Aisheh, trasladaron los cuerpos allí para su entierro. Marwan, por su parte, quemó el vehículo utilizado para secuestrar a los adolescentes.

Los hombres prepararon un lugar de escondite antes de llevar a cabo el secuestro. Marwan había hablado sobre la necesidad de un refugio, porque las autoridades lo estaban buscando y una vieja casa junto a un campo en el pueblo de Tufah fue preparada de antemano. El propietario de la casa fue notificados dos días antes de que se necesitaría el escondite. Tanto Marwan Qawasmeh como Amer Abu Aisheh se escondieron en un pozo, que estaba cubierto de tierra y equipado con un pequeño tubo de respiración.

Fuente: AJN