ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Desde el año 2003, la Secretaría de Gobernación convocó al Notariado Mexicano para promover entre la población el otorgamiento de testamentos. Con ello, se busca fomentar la cultura de la legalidad que debe existir en nuestra sociedad. Este año no es la excepción y por tal motivo, Enlace Judío entrevistó al notario Moisés Farca para aclarar algunas dudas en cuanto a la forma y fondo en el que debemos de realizar todos nuestro testamento.

“La edad en la que una persona legalmente puede hacer su testamento es a los 16 años. Algo muy importante es checar nuestro testamento cada 5 a 10 años, cuando la situación de nuestra vida haya cambiado, como por ejemplo: haber tenido más hijos, haberse divorciado o algún cambio significativo, explicó.

“En un testamento hay 5 figuras importantes que deben ser mencionadas: Legatario, herederos, tutor, curador y albacea. Los herederos son los que reciben a título universal los bienes del testador como él lo haya marcado en su testamento. Legatario es la persona que recibe algo a título particular, ejemplo: la casa se la dejo a mi esposa y el resto de mis bienes a mis hijos. Tutor es el que se hace cargo de los menores de edad o incapacitados. El Curador es el que va a revisar las cuentas del tutor y el Albacea es el que va a definir desde el inicio la sucesión de bienes hasta su conclusión”.

“Desde el punto de vista religioso judío, la halajá (ley judía) dice que el hombre siempre debe de tener todos sus papeles en orden, es una mitzvá (mandamiento). La primera vez que se habla de un testamento en la Torá fue cuando las hijas de Levy le dicen a Moisés que ellas merecen una parte de la tierra de Israel y Moisés no sabe qué contestar.

Hay 2 formas de hacer un testamento según la ley judía. En la primera, las hijas y esposa no reciben nada y, en cuanto a los hijos varones, el mayor recibe el doble que sus hermanos. Otra es por medio de la Ketuvá (contrato matrimonial): de esta forma el esposo puede decidir qué darle a cada miembro de la familia, sin importar el sexo de los hijos. Esto también se considera testamento, aún cuando le llamemos de otra forma”, concluyó.

Les recordamos a nuestros lectores la importancia de tener un testamento, con ello dejarán sus cosas en orden y evitarán problemas entre sus hijos y descendientes.