AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

La placa del Ministerio de Relaciones Exteriores en la Sinagoga Neve Shalom en Estambul, en memoria de las víctimas del terror asesinadas en ella.

Un columnista “conservador” conocido por sus puntos de vista anti-Israel atacó de nuevo a los judíos de Turquía.

En el Yeni Akit, una importante cadena editorial turca que apoya de cerca el partido AKP del presidente Recep Tayyip Erdogan, Faruk Kose pidió al gobierno imponer un impuesto especial a los judíos del país, para reconstruir Gaza.

De hecho, escribió Kose, Turquía debe imponer el “Impuesto de Contribución al Fondo de Gaza” a cualquier judío que tenga que ver con el país. O, dado el caso, a cualquier persona vinculada a Israel.

Judíos extranjeros con negocios en Turquía, nacionales turcos que hacen negocios con Israel, ciudadanos judíos turcos, cualquier corporación, empresa o negocio que tenga conexión o mantenga asociación con un judío turco – en definitiva, cualquier persona con cualquier vinculación o conexión con un judío en cualquier lugar, o con Israel – deben ser gravados. La falta de pago del impuesto debería conducir a la revocación de una licencia del negocio, y la incautación de los bienes del delincuente.

“La reconstrucción de Gaza debe ser pagada por los propietarios de negocios judíos”, escribió Kose.

El enlace a la columna de Kose se puede encontrar haciendo clic aquí. ¿Algo de esto suena familiares, aficionados a la historia?

El presidente estadounidense, Barack Obama discutió el creciente antisemitismo en Turquía cuando los líderes de ambos países se reunieron el 5 de septiembre en Gales, en el marco de una conferencia de la OTAN, para discutir las tensiones entre Rusia y Ucrania. “El presidente Obama y el presidente Erdogan hablaron de la importancia de construir sociedades tolerantes e inclusivas- y de la lucha contra el flagelo del antisemitismo”, dijo un comunicado de la Casa Blanca acerca de dicha reunión.

Pero es muy dudoso que Erdogan sea influenciado por algo que Obama tenga que decir. El presidente de Turquía tiene una larga e ilustre historia de la explosión pública con rabia contra el Estado judío cada vez que Israel ha decidido defenderse de los ataques procedentes de Gaza, que desde 2006 se han producido más o menos cada dos años.

Este pasado verano, Erdogan dijo a los periodistas – y a los ciudadanos turcos – que [los israelíes] “no tienen conciencia, ni honor, ni orgullo. Los que condenan Hitler día y noche han superado a Hitler en la barbarie”.

El parlamentario de AKP, Samil Tayyar, se dirigió por Twitter a los judíos turcos en un mensaje durante la operación “Borde Protector” este verano, “Ojalá que su raza se extingue, y que Hitler nunca esté muy lejos”.

Una cantante popular turco, Yildiz Tilbe, también elogió a Hitler en un mensaje en Twitter: “Si Dios lo permite, será una vez más los musulmanes que traigan el final de los judíos, el cual está cerca, cerca.” En su cuenta oficial YildizzTilbee, ella twitteó, “Ellos (los judíos) son hostiles a Dios y a todos los profetas, incluyendo su propio profeta Moisés.” En un tercer Twitter escribió: “Que Dios bendiga a Hitler.”

El año pasado, Erdogan se abstuvo de culpar a los judíos abiertamente – pero en cambio, culpó al “lobby de las tasas de interés” (una palabra en clave para nombrar los financieros judíos y los propietarios de los medios de comunicación) por ser uno de los principales culpables detrás de la protesta civil masiva sobre la renovación del parque Gezi, que se propagó desde Estambul a toda Turquía. Erdogan afirmó que las protestas estaban dirigidas a la destrucción de la economía turca y de su gobierno. Finalmente, uno de los ministros de su gobierno dijo a los periodistas que el “judaísmo internacional” había sido uno de los grupos detrás de las protestas a nivel nacional que se prolongaron durante semanas.

Cuando el presidente de Egipto, Mohammed Morsi, respaldado por la Hermandad Musulmana, fue depuesto en un golpe de Estado, ese evento también fue atribuido a una “conspiración judía”. Algunos miembros turcos de Twitter llegaron a afirmar que los manifestantes que estaban disparando en realidad no eran musulmanes, pero judíos. Erdogan se reunió con ellos y acusó a judíos de ser el cerebro del golpe.

Los ataques antisemitas están aumentando en Turquía, y el veneno contra judíos, en la prensa, está alimentando el frenesí. A pesar de un tibio llamado de Erdogan de no llevar a cabo ataques contra los 17.000 Judios que todavía permanecen en Turquía, es evidente que su única concesión a lo políticamente correcto se ve compensada en gran medida por su apasionada antisemitismo. También es evidente que sus electores lo saben – y lo apoyan.

Fuente: Jewish Press (fragmento)