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Siria ha revelado nuevas instalaciones de investigación y desarrollo de armas químicas además de un laboratorio para la producción de ricino.
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Tres nuevas instalaciones fueron reportadas a la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) como parte de la supervisión del arsenal tóxico en Siria.
Aparentemente, la información coincide con las recientes declaraciones de gobiernos occidentales que el régimen del Presidente Assad no ha proporcionado toda la información respecto a su programa de armas químicas.
Tras un ataque con gas sarín que provocó la muerte de cientos de personas en el barrio de Ghouta cerca de Damasco el año pasado, el gobierno de Siria aceptó eliminar todas las armas químicas en su posesión. El acuerdo logrado con Washington y Moscú se refiere a la destrucción de 1300 toneladas de armas químicas declaradas ante el organismo de la Haya.
Siria tendría que haber destruido todas sus instalaciones de producción, llenado y almacenamiento de armas químicas, con excepción de doce bodegas de cemento y refugios subterráneos que serán destruidas en los próximos meses.
Las nuevas revelaciones forman parte de las ¨discrepancias¨ en los reportes iniciales presentados ante la OPAQ, corroborando las sospechas de Gran Bretaña y los Estados Unidos que químicos como sarín han sido excluidos.
Por consiguiente, existe el riesgo que estos químicos caigan en manos de militantes del Estado Islámico que han dominado extenso territorio de Irak y Siria.
Como miembro de la Convención sobre las Armas Químicas desde 1997, Damasco tiene prohibido desarrollar, almacenar o utilizar químicos como armas y debe declarar la existencia de toxinas a la OPAQ.
Esa información ha sido extraída poco a poco, demostrando que Assad no había reportado toda su posesión de químicos desde que formó parte de la Convención.
Mientras tanto, un reporte de la OPAQ publicado la semana pasada sobre ataques con cloro demuestra que Siria ha violado el acuerdo para la destrucción de armas químicas. El informe describe decenas de ataques recientes contra poblados provocando la muerte de varias personas e hiriendo a cientos. El jefe de la OPAQ ha ordenado la investigación del uso de cloro durante la guerra civil recientemente.
Además, gobiernos occidentales han sugerido abordar el tema ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas nuevamente.
La Convención de Armas Químicas y la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para la destrucción de las armas químicas en posesión de Siria prohíben el uso de armas químicas por cualquiera de las partes en el conflicto.
Fuente: Anthony Deutsch, Reuters
