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Oficiales de la inteligencia británica han negociado con diplomáticos del régimen de Bashar al-Assad y redes de espionaje en Damasco durante meses, a fin de atacar al Estado Islámico.
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Esto contradice la insistencia del Secretario del Exterior Philip Hammind que Gran Bretaña no pactará acuerdos con el dictador, ya que dicha alianza no sería ¨práctica, útil o sensible¨.
Muchos expertos en inteligencia temen que el occidente se vea forzado a establecer acuerdos con el líder sirio mientras que la pesadilla de ISIS va más allá de Siria e Irak.
Una fuente británica dijo a ¨Sunday Mirror¨ que resulta lógico la M16 (inteligencia británica) intente abrirse camino con Assad al conversar con su gente, primero mediante países árabes y luego directamente.
¨Las negociaciones en Siria son de gran beneficio para la seguridad británica.¨
Aparentemente, la red de inteligencia militar de Assad tiene información sobre el paradero y el tratamiento a los prisioneros británicos capturados ISIS.
Otro punto esencial de negociación tiene que ver con solicitar al régimen sirio abstenerse de utilizar su sofisticado sistema de defensa de misiles tierra-aire contra la coalición encabezada por EE.UU. en sus aéreos contra ISIS.
La coalición atacó ayer la capital auto declarada de Raqqa en Siria, incluyendo un campo de entrenamiento del grupo extremista.
El observatorio de derechos humanos para Siria en Londres informó que los aviones golpearon al Este de Palmyra en la provincia de Homs y atacaron puestos de control de ISIS alrededor de la ciudad kurda de Kobani cerca de la frontera con Turquía. La fuente aseguró que ¨Siria es el crisol de donde ISIS se entiende y atrae a combatientes extranjeros, cientos de ellos británicos.¨
La Gran Bretaña no realizado misiones en Siria. Sin embargo, el sábado, dos aviones de combate británicos atacaron objetivos de ISIS en Irak.
Los comandantes de la coalición dividieron áreas de Irak y Siria en ¨cajas de objetivos¨ a fin de hallar y atacar a los combatientes del grupo.
Cada miembro de la coalición cuenta con 24 horas para destruir su objetivo para que la misma localidad o convoy no sea atacada dos veces.
Aviones no tripulados se localizan sobre cada ¨caja de objetivos¨ en busca de militantes de ISIS, recopilando información para ser utilizada por fuerzas terrestres especiales (incluyendo británicas).
Seis Tornados (aviones de combate) han recaudado información desde Chipre. Oficiales son enviados a localidades clandestinas en Qatar en colaboración con sus contrapartes norteamericanos a fin de trazar objetivos.
La operación está respaldada por buques americanos en el Golfo y un submarino estadounidense con misiles Tomahawk y capacidades nucleares en el Mediterráneo.
Britania adquirió 20 misiles Tomahawk en preparación para lo que el Primer Ministro Cameron advirtió que sería ¨un combate generacional y de largo plazo contra los extremistas de ISIS¨.
Según una encuesta realizada para el Sunday Mirror, sólo un cuarto de la población británica se opone a que el ejercito de Gran Bretaña se una al combate contra ISIS, el 26 por ciento se muestra en contra y un 29 por ciento no están seguros.
Algunas lecciones de la guerra de Irak de 2003 están relacionadas con radicalización doméstica. La cuestión es si ésta puede minimizarse cuando Gran Bretaña involucra a 500 de sus soldados en el guerra.
Las fuerzas occidentales temen que ISIS planee atentados terroristas perpetrados por nativos de los países. Sin embargo, fuentes británicas aseguran que los servicios de seguridad, la policía y el sistema de justicia militar están preparados para enfrentar dichas amenazas.
Los videos de las decapitaciones de los dos periodistas americanos y el colaborador británico David Haines despertaron la necesidad del pueblo británico y sus políticos de colaborar en una alianza internacional, aportando sus aviones de combate y soldados en un esfuerzo para combatir el extremismo islámico.
¨Estuvimos en Irak anteriormente. Hasta cierto punto, tenemos el deber de reparar los daños,¨ afirman fuentes británicas.
Fuente: Chris Hughes Ben Glaze, Mirror
