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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO

Durante la Primera Guerra Mundial los judíos de Palestina, entonces bajo el dominio turco, corrieron peligro de sufrir un genocidio similar a la de los armenios. La ironía del destino hizo que se salvaran gracias a un general alemán. El Estado de Israel debe su existencia también a lo que ocurrió en ese momento.

Como es bien sabido, Alemania y Turquía son los países que han jugado un papel importante en la historia reciente del pueblo judío. Lo que estamos a punto de narrar es un episodio poco conocido, pero, como veremos, afectó al Yshuv (el núcleo judío en Palestina) y al nacimiento del futuro Estado de Israel.

Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, el Imperio Otomano se había aliado con Alemania y Austria-Hungría. Palestina era entonces parte del Imperio Otomano y era gobernada junto con Siria, por un gobernador.

Jamal Pasha, Enver Pasha y Talat Pasha que formaban parte de los Jóvenes Turcos, eran hombres clave de Turquía en esa época. También fueron los “arquitectos”, en 1915-1916, de la masacre de los armenios, considerada una población hostil y potencialmente aliada de los rusos.

Jamal Pasha en 1915 fue nombrado gobernador de Siria y Palestina por Enver Pasha, entonces ministro de Defensa, con poderes casi absolutos. Jamal Pasha sospechaba que los judíos de Palestina no eran leales al Estado otomano. Vale la pena mencionar que, en ese momento, los nacionalismos locales estaban erosionando el poder del debilitado Imperio turco en las regiones bajo su control y que, por lo tanto, los nacionalistas judíos y árabes de Siria y Palestina deberían luchar hasta el final.

De hecho, 1.000 voluntarios judíos, algunos provenientes de Palestina formaron parte del ejército británico, conocido como el Cuerpo de Muleteros de Sión (que luego se convertiría en la Legión Judía). Esta unidad luchó valientemente contra los turcos en Gallipoli.

Algunos Judíos, por temor a correr la misma suerte de los armenios, formaron una red de espionaje que se hizo famosa con el nombre de Nili. Entre los jóvenes del Nili, uno de ellos,Eitan Belkind, logró infiltrarse en el ejército otomano bajo el mando de Jamal Pasha y fue testigo de la masacre de 5000 armenios. Sarah Ahronson de Zichron Yaakov, viajando en tren desde Turquía a Palestina fue testigo de las atrocidades cometidas contra los armenios y más tarde se alistó en la red Nili. Luego fue arrestada, torturada y asesinada por no revelar información. Mientras tanto, las tropas británicas de Egipto, habían establecido una línea  entre Gaza y Beersheba. En abril de 1917, en la víspera de la Pascua, los turcos pronto procedieron a expulsar a los judíos de Jaffa y Tel Aviv. De acuerdo con el historiador alemán Michael Heiseman, 8.500 Judíos fueron desalojados y sus casas fueron saqueadas por los turcos. Dos judíos fueron colgados en las puertas de la ciudad, decenas de ellos fueron encontrados muertos en la playa.

Muchos se refugiaron en la Galilea, pero un buen número, el 20%, según algunas fuentes, murieron de hambre y enfermedades. Incluso las condiciones prevalecientes en Jerusalén y Safed eran terribles y mucha gente murió de tifus y cólera. El paralelo con las condiciones de los armenios antes de su masacre fue sorprendente; incluso en ese caso, los turcos acusaron a los armenios por haber colaborado con los rusos. Fue por esta razón que los otomanos decidieron su deportación de las regiones fronterizas a otras partes del imperio; traslado forzoso, de hecho, que había dado lugar a la muerte y al exterminio de una gran parte de la población armenia.

Teniendo en cuenta que Palestina estaba ahora en la línea del frente bélico, algo así podría ocurrir a los judíos. Como se salvó a la comunidad judía de un destino similar?. La ironía quiso que quien salvó a los judíos fue un general del ejército alemán, el Mariscal de Campo Erich von Falkenhayn, uno de los más altos oficiales alemanes, el comandante alemán en jefe durante la batalla de Verdún en 1916 en Francia

Después de la derrota, fue relevado de sus funciones y más tarde designado el mando del Noveno Ejército. Von Falkenhayn fue el artífice de la conquista alemana de Rumania, tal vez la mayor victoria de las potencias centrales durante la guerra. Después de este éxito, se le dio el mando militar de Palestina. Según su biógrafo Holger Afflerbach, Von Falkenhayn tenía la tarea de supervisiar las medidas contra los judíos, acusados por Jamal Pasha de alta traición y colaboración con el enemigo británico. Él, de hecho, no tenía ninguna simpatía particular por los judíos; era un típico oficial prusiano de la época Guillermina y probablemente también tenía algún prejuicio contra ellos.

En noviembre de 1917 tomó una decisión, determinó que ciertamente hubo casos concretos de colaboración entre los británicos y algunos extremistas judíos, pero sería injusto castigar a toda la población judía por crímenes que no cometió. Así salvó a la comunidad judía de la extinción.

El Dr. Jacob Thin, directivo sionista en 1917, en Jerusalén, dijo que se trataba de un verdadero golpe de suerte que Von Falkenhayn hubiera recibido la orden en los últimos críticos días. Jamal Pasha era capaz de expulsar a toda la población reduciendo a todo el país a un montón de ruinas. (Por cierto, el Congreso Sionista atribuye a muchos funcionarios consulares acreditados de haber ayudado a los judíos, entre ellos estaban el vicecónsul alemán Von Schabiner en Haifa, y el jefe de la misión militar alemana, el coronel von Kress Kressenstein).

Todo el asunto fue olvidado y este hecho fue posteriormente redescubierto por los historiadores sólo en los años 60. De este modo, por un curioso capricho del destino, los judíos de Palestina deben su supervivencia a un general alemán, tal vez sin el cual nunca hubiera nacido probablemente el Estado de Israel.

 

Fuente:cciu.org.uy