shofar-rosh-hashanah

ALEJANDRO RUBINSTEIN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Son las 4.30 pm de ayer, 10 de Tishrei de 5775.

Más de 300 almas reunidas en el salón principal de la Yeshiva que hace las veces de sinagoga. La gran mayoría esta ataviada de blanco. No hay una sola camisa que no sea blanca.

El Rabino Melamed explica la importancia de Neila, del cierre.
 Se aproxima a conducir el rezo y, apenas unos minutos después, su voz se entrecorta. Sus plegarias son las de todos nosotros y su clamor es el de todo el Pueblo de Israel.

Cae el sol, la ventana que está a unos 10 metros míos, anuncia que se aproxima el fin del ayuno.

El sol cae…el espíritu se eleva.

Se escucha el kadish. A la mitad, el Rabino Melamed toca un Shofar grande y grave.

El sonido estremece…la luna se asoma.

Shma Israel es pronunciado al unísono con emoción y esperanza de ser escuchados. Baruj Shem se clama 3 veces, como si todos tocáramos las Puertas del Cielo.

H’ hu HaElokim. 7 veces proclamado. Porque solo Él hizo todo en 7 días.

Es la hora de pronunciar Maariv y luego Birkat Halevana.

La luna brilla e impacta al firmamento. Percibo su luz, su fuerza y su influencia.

El Shalom Aleijem de un soldado ataviado en fatigas, con su arma larga al hombro y su sidur a la mano, me retornan al mundo material.

Es Shomron (Samaria). Es Har Braja (el Monte de las Bendiciones).  Es Israel.

Gmar Jatima Tova!

#YomKipur2014