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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

Israel.-Durante la discusión previa a la Operación Entebbe, en 1976, el entonces jefe del Estado Mayor del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal), teniente general Motta Gur, expresó su oposición a la misión, alegando que la inteligencia recopilada era insuficiente, según transcripciones recientemente desclasificadas, que fueron difundidas por el Canal 2 de la televisión.

En una conversación mantenida entre el entonces ministro de Defensa, Shimón Peres, y varios altos oficiales durante el período previo a la operación, los comandantes diferían en cuanto a las posibilidades de éxito de la operación; también expresaron su preocupación por las filtraciones; hicieron referencia a la improbabilidad de que un agente del Mosad fuera capaz de penetrar en las fuerzas ugandesas y recopilar más información.

Durante el debate, Gur manifestó que la operación “no es un juego de niños”, y ha añadió que “si no hay inteligencia para la misión, no habrá misión. “Hay riesgos que tomamos, y hay riesgos de que no tomamos”, apuntó.

“Si usted lee mis libros, verá que tengo tantas fantasías como cualquier persona, [pero] eso está [reservado] para los perros, no para el ejército”, expresó, refiriéndose a su novela “Azeet, el perro paracaidista”.

Sin embargo, el ex jefe del Estado Mayor señaló en la discusión que si las negociaciones diplomáticas para lograr la liberación de los rehenes resultaran ineficaces (que en última instancia fue lo que sucedió), “entonces el nivel de riesgo que podría tomar cambiaría – sería una historia totalmente diferente”.

Aún no está claro cuando tuvo lugar precisamente esta conversación, y si las fuerzas israelíes se las arreglaron para reunir más información y, en consecuencia, la operación recibió la aprobación de Gur, o si el fracaso de las conversaciones lo presionó para impulsar la misión.

Entre tanto, en la transcripción, el comandante de la Fuerza Aérea, Benny Peled, sostuvo que una de las deficiencias principales de la operación propuesta es el peligro de una filtración.

“No sabemos cuán susceptibles somos a una fuga de información – el momento en que ellos [los ugandeses] reciban una advertencia, la operación habrá fracasado”, destacó Peled. “Ellos envíarán algunos camiones y todo habrá terminado. Otra incertidumbre es cómo los ugandeses responderán a una fuerza hostil”.

Peres pidió a los altos oficiales que estimaran las posibilidades de éxito. Peled afirmó que: “sin filtraciones, voy a darle un 80 por ciento. Con una filtración ni siquiera el uno por ciento”.

Dan Shomron, el comandante de las Brigadas de Paracaidistas e Infantería, intervino para decir que estimaba que la probabilidad de éxito se acerca al 100 por ciento, en tanto que jefe de la Inteligencia Militar, Rafi Bar-Lev consideró que la probabilidad de éxito se situaba en el 70 por ciento.

Peres preguntó si los agentes israelíes podrían infiltrarse en Uganda y recopilar información. “¿Pueden llegar al terreno los muchachos del Mosad?”, inquirió. El comandante Yekutiel “Kuti” Adam respondió que era poco probable que un agente pudiera infiltrarse, ya que “no permiten en muchos blancos”, e indicó que “no había información.”

Peres fue cauteloso durante la conversación, indicando que no iría en contra de la recomendación del jefe del Estado Mayor y le preocupaba que los riesgos superaran los beneficios de la operación.

“Si realizamos una acción militar, nadie nos va a entender, pero todo el mundo nos respetará – si tenemos éxito”, dijo Peres. “La cuestión es la probabilidad de éxito”.

El Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) lanzó la operación de rescate el 4 de julio de 1976, para liberar a alrededor de un centenar de rehenes – la mayoría de ellos israelíes -, retenidos en Uganda tras el secuestro de un vuelo de Air France. Cinco israelíes murieron en la refriega, incluyendo al comandante Yoni Netanyahu, hermano del actual primer ministro, Benjamín Netanyahu.

Fuente:aurora-israel.co.il