ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Para la Concientización Nacional del Cáncer de Mama se eligió el mes de octubre porque fue en este mes cuando en el año de 1983 se celebró la primera carrera para su cura en Dallas, Texas, en la que participaron 800 personas. Hoy, participan más de 1 millón anualmente.

El Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, que se celebra en todo el mundo, contribuye a aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.

Cada año se producen 1.38 millones de nuevos casos y 458,000 muertes por cáncer de mama (IARC Globocan, 2008). El cáncer de mama es, de lejos, el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. En los países de ingresos bajos y medios, su incidencia ha aumentado constantemente en los últimos años debido al aumento de la esperanza de vida y de la urbanización, así como a la adopción de modos de vida occidentales.

Los conocimientos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección precoz sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad. Cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone de tratamiento, las posibilidades de curación son elevadas. En cambio, cuando se detecta tardíamente es raro que se pueda ofrecer un tratamiento curativo. En tales casos son necesarios cuidados paliativos para mitigar el sufrimiento del paciente y sus familiares.

Enlace Judío entrevistó a la Sicóloga Raquel Schlosser, especialista en Constelaciones Familiares, terapia alternativa que toma elementos de la antropología social, la teoría sistémica y el psicoanálisis.

EJ: ¿Cómo se debe dar la noticia a una mujer que está por enfrentar la enfermedad?

RS: En Psicología estudiamos mucho el impacto del anuncio, es muy importante el nivel de esperanza, la flexión de voz, la forma, las palabras que se eligen para dar una noticia que va a significar todo un proceso. A partir de ese momento la vida va a cambiar, va a tomar otra dirección, van a haber distintos valores, se tendrán que tener tiempos físicos para atender el conflicto, el problema de su cuerpo, se va a tener muchas preguntas sobre la vida y la muerte. El impacto es enorme en el organismo porque significa también un momento de esperanza o un momento de trauma.

A mí me tocó directamente llevar al Centro Médico a Nicolasa, quien fue la nana de mi hija, y por quien en su honor estoy haciendo esta labor sagrada. Fue atendida extraordinariamente, la doctora que la atendió nunca la vio a la cara. Cuando le dieron los primeros resultados entré yo primero y me dijo, “tiene tres meses de vida”. Le dije a la doctora que no se lo podía decir de esa manera. Para mí, que era su acompañante, fue un impacto horrible y lloré. Salí y le dije: “Estoy llorando porque me dieron una buena noticia, está encapsulado, lo tienen que sacar pronto. De todas maneras arregla tus cosas porque vas a tener quimios y enfrentarás algunos problemas físicos. Después de su cirugía y tratamientos vivió 6 años. Las estadísticas se han hecho sobre casos de fracaso, no de éxito. Si la estadística se hicieran por casos de éxito, sería otra cosa”, comenta.

EJ:¿Debe acudir la mujer a tratamiento psicológico desde que se entera de su enfermedad?

RS: Tenemos que tener mucho cuidado cuando hablamos de “debe de ir a tratamiento sicológico, en singular”. Sí debe de atenderse, pero hay muchos distintos tratamientos. En todas las constelaciones de salud que hemos hecho donde trabajamos con el tema de cáncer de mama, la forma de enfrentarlo tiene que ver con las historias familiares previas y con la experiencia de la consultante en específico. En familias donde hay duelos abiertos atrás, donde han habido muertes tempranas, donde han sufrido por migraciones, el tema de riesgo de muerte se enfrenta diferente en las familias que no han tenido una historia así.

Es muy importante saber que para cada perfil de persona puede haber una aproximación diferente. Un grupo de apoyo de mujeres resilientes, que también ya pasaron por eso y que les pueden decir cómo enfrentarlo, puede ser maravillosos para las mujeres que necesitan consejo, apoyo, descarga, hablar. Un trabajo terapéutico privado para alguien que trae una historia de duelos familiares y que cae deprimida, sin saber que no ha muerto, que va a luchar por su vida, pero además en un momento en que la historia de la medicina y la investigación, ya no tienen equiparado cáncer con muerte. Ya no es un sinónimo, porque hay mucha gente que se salva, mucha gente que sale adelante, inclusive hay gente que clínicamente estaría muerta, que los doctores no se explican cómo es posible que haya salido adelante. Esas son las historias maravillosas que pueden encontrar en un grupo de apoyo y que nos sirven cuando la historia familiar te está arrastrando a sentirte ya muerta antes de estarlo.

Para esto sirve muy bien el trabajo de constelaciones, podemos trabajar en apoyo a la comunidad, podemos trabajar para ver cuáles son los sistemas que están hablando de muerte antes de que suceda. Podemos ver adonde está atrapada, en cuáles de los códigos familiares de la vida se va antes de que puedas tomarla, ahí podemos trabajar con ella con, mucho éxito además. Puede ser que necesite apoyo familiar; ella lo está tomando de una manera pero la familia de otro.

Tuvimos un caso muy interesante en que los hijos no colaboraban, porque tenían la fantasía de que a la mamá no le estaba pasando nada y no se iba a morir. Entonces el comportamiento de ellos era absolutamente errático y extraño, porque si no se va a morir entonces está en el drama de que está enferma. Lo que pasa es que en su historia familiar había una negación a situaciones de enfermedades que condujeran a la muerte, o sea no iba a pasar, pero era una fantasía. Tenemos que poner en sintonía a la familia, de que va a vivir o puede vivir todo el tiempo que esta maquinaria científica permita, más lo apoyos sociales, más los apoyos comunitarios, más los apoyos familiares.

Pero si hay cambios fuertes, si está en riesgo la vida y de repente puede caerse, no puede estar al 100% como madre al que estaban acostumbrados antes, porque ahora tiene que autoatenderse también. Va a haber momentos en que los medicamentos, que son muy fuertes, la van a tener más dormida o más adolorida. Va a haber muchos cambios en el organismo donde la familia tiene que estar consciente de ellos. Puede haber la terapia familiar preventiva o la terapia durante el proceso de recuperación una vez que se hizo la extirpación del tumor o de los órganos comprometidos , inclusive de los senos en la mastectomía. También depende de la edad de los hijos.

Todas las terapias pueden ser buenas, la cosa es cuál necesita el paciente para su momento de vida y su circunstancia. Es diferente si tengo hijos chiquitos o mayores. La forma de aproximarse a la familia también es distinta. Lo que no se puede hacer es tapar el sol con un dedo. No se puede creer que no se van a enterar los hijos, no decir la gravedad del asunto. Porque tarde o temprano sale a la luz. Son buenas las terapias, hay que elegir cuál necesita cada quién, en qué momento y elegir a alguien experto en el tema.

EJ: ¿Qué significado psicológico tiene para la mujer la mastectomía?

RS: Hay un caso de una mujer soltera, que no tenía pareja, a la que tuvieron que practicarle una mastectomía. Una mujer bellísima por dentro y por fuera. Su sexualidad quedó completamente ausente. Con la terapeuta hablaba de su dificultad para relacionarse, inclusive con los hombres, hasta que encontró uno con el que después de tener más seguridad, pensando y trabajando terapéuticamente, que le habían quitado una parte de su cuerpo, pero no una parte de su feminidad. Fue muy bello cuando en la siguiente sesión, al llegar a la terapia, se abrió la blusa y le mostró a la terapeuta que había ido con un tatuador y en la línea de la cicatriz se había hecho un ramo de rosas. Cuando ella aceptó que el seno es un órgano más que la biología nos da para alimentar, para reproducir y no un objeto de belleza; cobra otro sentido y cobra otra dimensión la parte del cuerpo que se quita. Cobra una dimensión más importante la amputación cuando en el trabajo que hacemos con mujeres que perdieron una parte de su cuerpo le pueden dar gracias a esa parte de haberse llevado todo.

Si podemos llegar a ese punto con una mujer, que en lugar de sentirse mal con el resto de su cuerpo porque esa parte no está, la bendice. Poder dar gracias de que todo estuvo concentrado en un solo espacio del cuerpo que ahora está en otro lugar y que le va a permitir vivir. Tenemos que reeducarnos. Entre el vínculo con el cuerpo tenemos que lograr que sepa que no tocó nada de sí misma. Si a mí me llevan un dedo por una máquina en la que estoy trabajando, no va a cambiar nada de mi amor por mis hijos, no va a cambiar nada en mi relación con mi entorno, ni se lleva nada de mi conocimiento.”

EJ: ¿Es verdad que las relaciones con la pareja cambian después de la mastectomía?

RS: Claro, y ¿por qué no? Estuvo en riesgo mi vida, mis valores cambiaron, mi reacción con la vida y la muerte cambió. Mi relación con el deseo está alterada, mi deseo es distinto. Ahora quiero vivir, cualquier situación enorme cambiaría, va a cambiar para mi esposo o con mi pareja su concepto de mujer, su concepto de estética. Lo mismo que yo vivo lo vive él o ella, porque puede ser que mi pareja sea lesbiana. Si no estamos al pendiente, no estamos preparados para abrir el tema con el otro.

¿Qué te provoca?, ¿qué sientes, cómo te sientes? El otro también tiene derecho a tener miedo, a sentirse incómodo, a no saber cómo manejarse con una cicatriz o con el proceso hasta que se hace la reconstrucción. Él también se tiene que enfrentar a los conceptos improntados de lo que es ser mujer, de lo que es la belleza, de lo que es el amor, la solidaridad, de que ella también va a cambiar. Si lo hablan y se comunican, él lo puede relacionar igual.

Deberíamos de pensar que la casa en que vivimos es nuestro cuerpo, ahí vivimos, si se lastima, evidentemente se van a reformular muchas de las cuestiones de dentro, pero se reformulan para los dos, no para uno. Es una posición muy egoísta pensar que él se tiene que quedar igual, me tiene que desear igual, me tiene que decir las mismas cosas, no puede expresas sus miedos, su dificultar para aceptar mi nuevo cuerpo. Tenemos que llevar todo esto a la comunicación para que no se cree un síntoma. Se puede lograr”.

EJ: ¿Es recomendable una terapia sicológica para los hijos y el esposo?

RS: Claro, pero depende de qué terapia sea. Pueden ir en familia, todos pueden expresar sus miedos. Igualmente se puede hacer una junta de familia. Necesitamos organizarnos, que los más grandes se ocupen de los menores, va a ser temporal, papá va a tener que ir a trabajar, porque yo ya no puedo ir a trabajar, proveo una parte, mi seguro no cubre todo, tenemos que organizarnos como familia. No siempre se necesita una terapeuta externa. Pero si tenemos la seguridad, si vemos cambios en los niños, si están perdiendo apetito, o están metiéndose en drogas para evadirse, o sí están peleando entre ellos, la familia está en crisis, tenemos que hablarlo.

RS: Básico, puede hacer la diferencia de las memorias que queden grabadas en el tiempo. Conozco casos, en los que saben que van a morir, pero no saben en cuánto tiempo. Lo que hacen es dejar memorias de vida. Despedirse de cada uno de los seres. Es un proceso muy difícil porque nuestro mundo occidental no está educado para la muerte, pero la forma que tome, depende de cómo se viva después con eso. Entonces, si estamos con la familia hablando de cada día, se toma cada día y vamos día a día. Si se habla de los miedos sin ocultarlos, a lo mejor ni la enfermedad me mata, puede ser un accidente, como pasa muy seguido.

No pretendo minimizar ni el dolor de la familia, ni los miedos a la muerte. Pretendo decirle a cada mujer que mientras hay vida hay esperanza, hay que comportarse como si estuviéramos vivas. Hay que dejarle a cada hijo la memoria de ese momento bueno, feliz, o hay que enseñarle a comunicarse. Hay que enseñarle a la familia a llorar juntos porque tenemos miedo. Podemos hablarlo en una manera en la que podamos convivir con ello como un habitante más de ese período de la familia. La esperanza no está compuesta por la falsedad, está compuesta porque la realidad, la ciencia regala un día más y un día más con todo lo que hoy hay. Con el cáncer no se va la autoestima, el cáncer es una enfermedad, no te quita ser mujer, ser mamá, ser esposa, ser amiga”, puntualizó.

Si se diagnostica a tiempo, el cáncer de seno es curable en un alto porcentaje. Piensa que también puede pasarte a ti, así que es imprescindible realizarte una autoexploración de seno mensual a partir de los 20 años, una semana después de iniciada tu menstruación. Quién mejor que tú para descubrir cualquier anormalidad en tus senos.